La delegación estatal del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y la Defensoría Estatal de los Derechos Humanos de Querétaro acordaron un calendario de capacitación para los trabajadores del instituto, con el fin de evitar acciones que vulneren el derecho humano a la salud de los pacientes.
En lo que va del año, la Defensoría reportó 19 quejas contra los servicios de salud y en su mayoría hacen referencia a malos tratos o malas prácticas médicas. En los malos tratos, se generan acciones “para que no se repita la conducta”, pero las quejas por malas prácticas requieren la opinión de la Comisión de Arbitraje Médico.
Hasta el momento estos casos no arrojan una recomendación a las autoridades de salud, aunque muchas de ellas se encuentran en investigación y no hay un hospital que se destaque por una mayor cantidad de quejas.
“El mayor número, y es entendible por el número de habitantes que hay, son las zonas de Corregidora, Querétaro, El Marqués y San Juan del Río, en la Sierra es menos porque hay mucho menos población”, dijo Ávalos Vázquez, antes de dictar una plática sobre el derecho humano a la salud.
Durante la firma del convenio, el delegado del ISSSTE, Cándido Pérez Verduzco, resaltó que este es un compromiso mutuo para promover los derechos humanos.
“LA CIUDADANÍA ES MUY DIFÍCIL”
Al dictar la conferencia “La Salud como Derecho Humano”, con motivo de la firma de convenio con el ISSSTE, Roxana de Jesús cuestionó si existe el respeto a los derechos humanos, cuando tampoco hay respeto a las personas y hay violencia en las familias.
Además, reconoció que a veces la gente denuncia que hay violaciones a los derechos humanos, cuando sólo se aplica la ley, como en el caso del alcoholímetro e invitó a los servidores públicos a actuar conforme a la ley para no volver víctimas a otras personas y tener cuidado en cómo tratan a la gente.
“Yo entiendo, la ciudadanía es muuuy difícil, pero también debemos recordar algo, a nuestras oficinas llegan las personas con un problema grave, cuando vamos a los servicios de salud y soy usuaria frecuente de los servicios de salud, voy al servicio de salud porque tengo necesidad, nadie quiere ir al médico, si están ahí es porque están mal y hay que tener la sensibilidad de ver qué le pasa. Muchas veces no se saben expresar y también entiendo una cosa, también hay gente que llega muy grosera. Cuando me llega alguien así: a ver, yo estoy aquí para servirle, ese es mi trabajo y lo hago con mucho gusto, pero me trata con respeto”, explicó.