Con la cantidad de lluvia que cae anualmente en Querétaro, es posible que una vivienda pueda abastecerse de agua por aproximadamente cuatro meses, si es que se instala un sistema de captación de lluvia, de acuerdo con el investigador Eusebio Ventura; además, según los estudios que han llevado a cabo en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), se ha determinado que la calidad del líquido es viable para consumo doméstico, incluso sin necesidad de pasar por un proceso de filtración especial.
Respecto a la viabilidad de la instalación de este tipo de sistemas con las condiciones geográficas y climatológicas presentes en el territorio queretano, el investigador sostuvo que desde hace aproximadamente 20 años se han hecho estudios de calidad del agua, así como para conocer cuáles son las superficies más comunes en el estado para la recolección; los resultados han mostrado que sí son factibles.
El experto aseguró que han comprobado a partir del análisis de los materiales de los techos, que es posible captar y posteriormente almacenar agua de lluvia para abastecer desde hogares pequeños hasta grandes edificios.
“Incluso el agua que ha tenido contacto con superficies un poco más sucias puede ser tratada para ser utilizada”; los dos principales factores a tomarse en cuenta para determinar si es ideal o no instalar un sistema que permita aprovechar el agua de las precipitaciones son los materiales de los techos y la calidad de lo recolectado.
Para analizar los contaminantes presentes en el agua de lluvia, se tomaron muestras de la que cae sobre la zona metropolitana de la capital queretana. Los resultados arrojaron que sus niveles de agentes dañinos son muy bajos, “es un agua muy limpia, que con una filtración rápida puede utilizarse incluso en regaderas, retretes y la cocina sin ningún problema”,
“El agua de Querétaro cuenta con las características necesarias y suficientes para diferentes usos, incluso (…) sin ninguna filtración para canalización hacia áreas verdes. (…) Nuestro aire no es tan contaminado, sobre todo en época de lluvias”.
La inversión que se requeriría para instalar un sistema de captación pluvial oscila entre los 1,500 y los 10 mil pesos, dependiendo de si en el hogar ya se cuenta con algún contenedor para el almacenamiento, ya sea un aljibe o una cisterna; el resto de los materiales son lo más económico.
“El tamaño y la sofisticación del sistema va a aumentar el precio, pero dado que es una captación de agua que no tiene costo y que básicamente, los techos son elevados, por lo que se capta por gravedad, los costos no son tan caros. La gente tiene ya, de por sí, bombas para llevar el agua a tinacos que distribuyen agua hacia la casa”.
La cantidad de agua almacenada dependería del tamaño de las superficies que se dedicaría a captar. Eusebio Ventura estimó que, al año, caen aproximadamente 550 milímetros de agua, la cifra varía en el semidesierto y la Sierra; aún y con las posibles pérdidas por las ligeras fugas, absorción de los materiales y escurrimiento, un sistema de captación significaría poder captar 500 litros por metro cuadrado. La cantidad es suficiente para que una casa con un techo de diez metros cuadrados tenga agua suficiente para cuatro o cinco meses.
En el estado ya existen escuelas, industrias e invernaderos que avanzan hacia la tecnificación de sus instalaciones para aprovechar el proceso por el que la naturaleza misma brinda el recurso no renovable.
“Que no se piense que no es una opción porque no llueve todo el tiempo, no está hecho para que tengamos agua todo el año, pero sí para ahorrar cantidades significativas durante el periodo de precipitaciones y unos meses después de que terminan”.
