El oratorio de los antepasados del señor Jesús Marcial Miguel, habitante de la comunidad de San Miguel Tlaxcaltepec, en Amealco de Bonfil, es un sitio que está edificado con piedra y adobe desde 1845, y cada uno de sus rincones guarda las historias de los tradicionales cargueros.
En entrevista el señor comentó que este lugar ya tiene fisuras y grietas, las cuales denotan que han pasado 174 años desde entonces, por lo que los únicos días que lo abre, es el primero de noviembre, Día de todos los santos, y de vez en cuando, cuando hace limpieza y decide estar a solas con las imágenes de la Virgen de Guadalupe.
Señaló que las condiciones estructurales son peligrosas, ya que está en riesgo de caerse, pero el oratorio para él tiene un significado muy importante, ya que la mayor parte de su vida ha ocupado diferentes puestos en los tradicionales cargueros, y en dos ocasiones ha sido mayordomo (cargo más alto de esta organización religiosa).
“Siempre me ha gustado estar cercano a la Iglesia, y apoyar en lo que pueda, para mí es un gusto pero ya casi no se abre el oratorio, las condiciones de este lugar ya no son las más seguras. Las tejas se han empezado a caer, y la entrada ya tiene fisuras, hay riesgo de que se caiga”.
El señor dijo que la tradición de los cargueros, es organizar diferentes eventos y encabezar actividades para que prevalezca la alegría de las fiestas patronales en las comunidades de Amealco, por ello dijo que hasta que Dios le preste vida, estará formando parte de la tradición.
Jesús Marcial Miguel, con ayuda de sus hijas trata de llevar la importancia del pueblo a las regiones cercanas, para que conozcan sobre las tradiciones que les han dado identidad.
Por último, dijo que es importante que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) acuda a este sitio, para verificar si se pueden hacer trabajos de rescate, antes de que termine por desplomarse.