En el municipio de Colón se localiza la Casa de la Santa Muerte, dirigida por una familia de creyentes desde hace cinco generaciones, presentes en diferentes puntos en la comunidad de Navajas a donde acuden hasta 600 personas cada semana a hacer peticiones o simplemente un rezo, además de oficiar alguna misa de esta singular religión aún no reconocida como tal.
"Soy originaria de Navajas, esto viene de descendencia. Donde estamos actualmente tengo 22 años. Antes estaba en el mero centro de la comunidad, pues fallecieron mis papás, cada quien agarró su rumbo en la familia y yo me vengo con ella (la Santa Muerte)", declaró quien funge como cuidadora o guardiana del sitio y quien prefirió omitir su nombre.
El lugar es amplio y pintado de verde turquesa; al fondo se resguardan 13 figuras de la Santa Muerte debajo de un Cristo en la cruz. Cada una de las figuras tiene un color distinto, que corresponde a la petición que atiende, desde un amarre, la obtención de dinero o hasta alguna venganza, siempre y cuando no se prometa a la "Niña Blanca" lo que no se pueda pagar.
A este templo suelen acudir cientos de personas a la semana, dejando alguna veladora, algún cigarro encendido, fruta, golosinas, cartas o algún cuadro, principalmente de quienes terminan presos, quienes dejan ofrendas pictóricas que son colocadas en las paredes de este recinto.
La creencia en la Santa Muerte no es novedosa, pero en Querétaro se sabe de su veneración en Pedro Escobedo y en Colón, lo que no ha pasado desapercibido por la población local seguidora del catolicismo. Algunos no miran bien estas creencias, que dicen apartadas de la religión que pregonan.
"La mayoría se fue adaptando y ahora lo ven normal. Me ha costado, me ha costado, pero es obvio que sientan rechazo, porque mucha gente le tiene miedo y pavor a la muerte, porque no sabes a qué horas ni cuándo te va a llegar. Su frase de mi Santa Muerte es la de vive tu vida como si fuera el último".
Cada aspecto de esta Casa de la Santa Muerte tiene un significado. Nada es al azar, por lo que esta carga de símbolos le da un valor especial a su creencia, donde algunos llegan a estar consagrados bajo esta fe, con un ritual como un bautizo. Leen sus oraciones y cada tanto le hacen una visita a quienes son únicamente fieles creyentes. Cada 19 de abril realizan fiesta en su honor, con pirotecnia y grupos de música.
Y concluye: "tenía un tío que me decía que la Muertita es buena, que no se pierda, te toca aquí. Si ella me escoge yo me quedo, si ella me dice tú te quitas, yo no tengo ni por qué quedarme (...) Nos ha hecho muchos milagros que ni yo me la creo. Hay quienes lo pueden comprobar. Ha salvado muchas vidas. Diario nos visitan máximo 200 diarias y son de diferentes lugares y todas tienen algo qué contar sobre su experiencia con mi Santa".