Católicos deben transformar su vida: Gavidia

ZULEMA LÓPEZ

  · lunes 18 de junio de 2018

Urgió a buscar a Dios en los corazones. Foto: Martín Venegas

Lograr una verdadera transformación de vida fue el exhorto que se realizó a los católicos desde la misa dominical, a la que el sacerdote Rafael Gavidia urgió a los fieles a albergar realmente a Dios en el corazón, con la acción lograda, erradicar la irresponsabilidad.

Sostuvo que el reino de Dios no se construye con cemento, dinero, mentiras, falsas promesas, hipocresías, corrupción, y toda la falsedad que el ser humano sabe construir; porque solo crea con amor y abriéndole el corazón a Cristo.

El robo, producto de la criminalidad existente en el país. Foto: Martín Venegas

Argumentó que el mundo está sediento de Cristo, por qué lo hace, en silencio, habla con él, lo que permite que cada fieltro entienda las cosas que necesita el mundo y, particularmente, su familia, punto en el que remarcó que es urgente que cada católico se convierte en un ser espiritual, para escuchar un Cristo, que quiere comunicar un reino de paz, de amor y de justicia.

"Tenemos que buscar en un Dios que a través de su espíritu nos explique justamente esto, que a veces no entienda, que no queremos entender, porque no queremos entender lo que significa su presencia en nuestros corazones, lo que significa para nosotros y lo que nos obliga a hacer, y nos dice que estamos obligados a usar solo esa palabra, pero que nos mueve a hacer, a transformar nuestra propia vida ".

Dijo lamentar que los seres humanos dan "aparentes" signos de responsabilidad y fidelidad a Dios, pero de repente se olvida, que el mundo necesita Cristo.

"Eso quiere de nosotros, que transformemos nuestra propia vida en su totalidad y que descubrió su presencia en nosotros y que desde el momento en que realmente se puede dar frutos, pero que importa mucho, lo que pasa en la actualidad nuestro mundo, se nos olvidó que ese reinado de Dios, a través de su hijo Jesucristo, es para nosotros que pudiéramos realmente crecer, pero nos quedamos enanos, nos quedamos sin dar fruto, porque no quisimos descubrir su presencia misteriosa en nuestros corazones, no quisimos que eso diera fruto en nosotros ".

Durante la ceremonia también se aprovechó para desear a los asistentes a un domingo especial, celebrando el "Día del padre".