Un grupo de laicos católicos inició la distribución de los folletos “Por un voto responsable y congruente”, donde se indican los “principios no negociables que debe tener en cuenta un católico al momento de votar”, como defender la vida, el matrimonio entre hombre y mujer y el derecho de los padres a educar a sus hijos sin ideologías de género.
El folleto cuenta con un listado de “pecados electorales” que atentan contra la patria, donde se incluyen desde el abstencionismo y la compra de votos, hasta respaldar a quienes fomentan las drogas y la corrupción o que se olvidan de los más pobres y quienes consideren a la Iglesia como “su enemigo”.
Por lo contrario, se advierten como virtudes electorales la promoción del bien común y la construcción de una cultura democrática, con amor a la patria, en la que “hay que servir y no servirse de ella”.
Con motivo de la distribución del folleto durante el Foro Transformador de la Sociedad (FOTS), al que asistieron alrededor de 580 personas, el asesor diocesano de la dimensión laicos y presidente diocesano de Ecumenismo, Diálogo Interreligioso y Apologética, Mauricio Ruiz Reséndiz, aclaró que el documento fue una iniciativa de laicos de Tequisquiapan.
Sin embargo, puntualizó que “deseamos que los políticos asuman los compromisos como plataformas de su gestión”, porque el documento cuenta con líneas de acción claras sobre las actitudes que se espera que asuma cada candidato.
El folleto invita a la comunidad de fieles a visitar el sitio Por la Vida y la Familia en la página web www.votocatolico.com que se lanzó desde 2011, ante las elecciones en varios estados de México. Aunque en este momento la página no aparece activa, sino con la leyenda “coming soon” o próximamente, sí están actualizadas las cuentas en redes sociales.
En la impresión que se entregó a los asistentes al FOTS se les recomienda no votar por quienes “promueven el adoctrinamiento de los niños y las niñas con la ideología de género. No votar por quienes promueven el matrimonio entre personas del mismo sexo (homosexualismo y lesbianismo). No votar por el comunismo, porque considera la religión como un enemigo de ese régimen”.
Si bien se hace la aclaración de que “la Iglesia católica no tiene partido y no apoya a ningún partido político, acepta que la fe puede inspirar opciones políticas diversas” y advierte que “querer apartar a los católicos, por el hecho de manifestarse coherentes y defensores de su fe, es una intolerancia y una discriminación religiosa, violatoria de derechos”.
Después de esas aclaraciones, se exhorta a los fieles a respaldar las virtudes electorales como el respeto a todo ser humano, la búsqueda del bien común, evitar la violencia, desarrollar un sentido de nación y colaborar con las autoridades legítimas, sin excluir a aquellos que no ganaron.
En la lista de pecados electorales contra la patria, aparecen no votar y abstenerse o la pereza y la apatía, porque “pueden favorecer a los inmorales”. También se citan la venta y compra de votos, robarlos, dar dádivas o amenazar para obtener esos votos.
También se considera pecado “votar por propuestas que apoyen el aborto, la eutanasia, la destrucción y manipulación del embrión humano. Votar por quienes apoyen la ideología de género, votar por quienes apoyen el matrimonio homosexual o lesbianismo, entre personas del mismo sexo, votar por quienes fomenten las formas modernas de esclavitud: drogas, alcohol, pornografía, prostitución, secuestros, tráfico de personas, crimen organizado, corrupción”.
El listado de pecados electorales contra la patria concluye con la advertencia de que no se debe votar por quienes apoyen la economía salvaje, que suprime o se olvida del más pobre y por quienes impidan la educación integral, la formación moral y espiritual de niños y jóvenes.