Catrinas y muertes de madera elaboradas a mano, llenas de colory “vida”, rompen cabezas de chicos y grandes en 40 países delmundo y se convierten en piezas de colección.
Justo este 2016 la familia Sarvide cumple 30 de haber creado:Jäti, que significa color, negocio de rompecabezas y souvenirs demadera, que surgió de la inventiva de hacer juguetes pararegalar.
“Poco a poco nos fuimos metiendo al mundo del arte popularmexicano; ganamos en madera, en juegos colectivos y otros desdehace 26 años, también vamos a ferias en busca de clientes paraarmar una cartera y mantenernos”, platica Fernando Sarvide en sutaller.
Jati es muestra de un negocio familiar bien administrado y depaciencia, pues –dice Fernando- han pasado muchas crisis, porquela vida del artesano es “supervivencia”.
“Cuando empezamos no se podía exportar, pero hasta 1992 selogró y bien a Estados Unidos; ahora ya nos conocen en 40 paísesde Europa, así como en Japón, Canadá y Sudamérica”.
En los primeros 20 años de esta empresa, lanzaron unacolección homenaje de arte popular mexicano y la que interesómucho fue de las Catrinas, con diseños propios y trajes típicosde todo el país.
“La Catrina es propia de nuestro país; además de cómoconcebimos la muerte es único en el mundo. Queríamos exportar yentonces hicimos una colección muy grande, aunque a los europeosles causa shock”.
Este juguete mexicano es la colección favorita y que se vendemás en tiendas propias, que colocan en nichos para que luzca lalabor y belleza de cada una de sus piezas.
En su taller, han laborado alrededor de 600 personas yactualmente dan trabajo a 30 para mantenerse en la demanda delmercado; no contratan a más debido a que hay temporadas en las quebajan las ventas.
“Tenemos el área de Diseño, yo fungo como director de arte yempezamos a hacer los bocetos y tonos para las colecciones;enseguida pasamos a la carpintería y se lijan las piezas muy bien;además se fondea y se da el toque para los degradados de dos otres colores en cada una”.
Posterior a este proceso –explica- se va a detalle y ahí conpincel se trabajan los rostros, sus ojos, los vestidos; despuésdel secado se arman y se guardan para mandarlos a ventas.
Jäti cuenta con tiendas propias en los Pueblos Mágicos deBernal, Tequisquiapan y Valle de Bravo; así como Uruapan y laCiudad de México; además de contar con puntos de venta enCancún, San Miguel de Allende, Los Cabos y otras zonasturísticas.