Miles de fieles se congregaron este 28 de octubre en la capilla de La Noria para participar en la celebración dedicada a San Judas Tadeo, el santo patrono de las causas difíciles y desesperadas.
Provenientes de distintas colonias de la capital y municipios del estado, los asistentes acudieron desde tempranas horas para rendir homenaje y presentar sus ofrendas. Familias enteras llevaron veladoras, figuras del santo y otros objetos religiosos para ser bendecidos durante el evento.
La festividad, que ha ganado relevancia con el paso de los años, fue marcada por la participación de miles de devotos que acudieron con la esperanza de recibir la intercesión de San Judas en sus peticiones.
A lo largo del día, se realizaron diferentes misas y actividades religiosas, siendo la misa de mediodía una de las más concurridas. Esta fue presidida por el obispo de la Diócesis de Querétaro, Fidencio López Plaza, quien dedicó unas palabras a los asistentes sobre la importancia de San Judas en la fe católica.
Durante su homilía, el obispo destacó los elementos simbólicos que componen la imagen del santo y el significado espiritual que tienen para los creyentes.
"Cuando estoy ante la imagen de San Judas Tadeo, lo primero que hago es invitarlos a mirar la imagen que tiene en su pecho, la llama que trae en su cabeza y el báculo que trae en sus manos. San Juditas es grande y es el patrono y reconocido como el de las causas difíciles, porque supo ubicar a Dios en su lugar", declaró López Plaza.
Elementos de la Policía Estatal y Municipal, así como de la Guardia Nacional, estuvieron presentes en la zona, realizando recorridos preventivos y controlando el flujo vehicular en los alrededores de la capilla. Protección Civil y la Cruz Roja también estuvieron presentes.
Los comerciantes locales también participaron en la jornada ofreciendo productos religiosos, comida y otros artículos relacionados con la festividad. Los vendedores se apostaron en las cercanías del templo para atender a los peregrinos, quienes compraban figuras de San Judas Tadeo, rosarios y veladoras como parte de sus ofrendas.
Al finalizar la misa de mediodía, muchos fieles se quedaron en el templo y en sus alrededores, participando en las actividades programadas durante el resto del día.
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"Yo estoy muy seguro que muchos de ustedes regresarán a casa de otro modo. Que su venida a este lugar no fue en balde, que se venida aquí los transformó en discípulos misioneros", concluyó el obispo.
