Por lo menos 40 mil fieles acompañaron a la virgen de los Dolores de Soriano en la magna celebración para darle gracias por los 50 años del patronazgo sobre la diócesis de Querétaro, acto que estuvo enmarcado también con una despedida de monseñor Faustino Armendáriz Jiménez que dejará el encargo del obispo para partir a la arquidiócesis de Durango.
“Con gran alegría y entusiasmo me complace poder dirigirme en esta tarde a cada uno de ustedes los aquí presentes y ofrecerles una cordial bienvenida a esta celebración eucarística mediante la cual con el corazón lleno de gratitud queremos dar gracias a Dios por estos 50 años del patronato de nuestra señora de los Dolores de Soriano sobre esta iglesia diocesana de Querétaro”.
Desde su arribo al campo del estadio Corregidora, la imagen de la virgen de los dolores de Soriano fue recibida con el repicar de miles de campanas y pañuelos blancos que inundaron el ambiente como expresión de fe y alegría.
“Conscientes que nuestra madre dolorosa, nuestro señor Jesucristo nos ha dejado una madre amorosa que escucha nuestros ruegos y esta pronta para enjugar nuestras lágrimas, dolores y sufrimientos, su patronazgo en esta diócesis de Querétaro”.
Monseñor Armendáriz Jiménez recordó que por mandato y disposición de su santidad el papa Pablo VI, desde hace 50 años la virgen dolorosa ha mostrado su amor y misericordia entre los pobres, campesinos, enfermos y desvalidos.
“Como Diócesis queremos seguir encomendando a ella todo nuestro ser y quehacer pastoral poniendo bajo su patronazgo las 117 parroquias, a los sacerdotes y diáconos a la vida consagrada, al seminario y a cada uno de los fieles laicos, hombres y mujeres de buena voluntad”.
El momento más emotivo de la noche en esta celebración fue la colocación del bastón de mando en las manos de la virgen en representación de toda la iglesia diocesana, “estamos en las manos de María, bajo su auspicio, bajo su protección, bajo su cuidado”.
El sahumerio fue colocado enfrene de la imagen y empezó el espectáculo, nuevamente miles de campanas, pañuelos y esta vez el cielo se iluminó con los fuegos artificiales, miles de almas unidas en una misma fe, dando gracias por el reconocimiento y la confirmación del patronazgo de la diócesis de Querétaro de la santísima virgen María en su bendita imagen de nuestra señora de los Dolores de Soriano.