Reconoce tradición peregrina de la Virgen de Guadalupe

El obispo llamó a procurar la fraternidad, puesto que consideró que solo el ver por los otros podrá mejorar el ambiente de crisis, violencia y pandemia. 

Ana Karina Vázquez | Diario de Querétaro

  · lunes 12 de diciembre de 2022

Foto: Miguel Cruz | Diario de Querétaro

Con un llamado a la fraternidad y alusiones al pensamiento del Papa Francisco, el obispo de Querétaro, Monseñor Fidencio López Plaza, celebró la misa de la solemnidad de la Virgen de Guadalupe, como la razón de la tradición peregrina en el país y el mundo.

“Es así como la peregrinación se convierte, en esta vida, en una escuela donde aprendemos a caminar juntos, a reconocernos y ayudarnos como hermanos, esa es la clave para ser felices y para hacer felices a los demás”.

López Plaza agradeció el cariño y la ternura que la Virgen de Guadalupe ha tenido con nuestro país, así como la oportunidad de que los fieles hayan podido reunirse en su honor, después de dos años de dura pandemia.

Las campanadas musicalizaron los momentos y los banderines tricolores engalanaron la fachada del templo de La Congregación, mientras que los antojitos y postres rodearon las calles aledañas a la iglesia, ubicada al norte del primer cuadro de la ciudad.

Entre danzas, tambores y cohetes se vivió la fiesta a las afueras del templo de la Congregación, en lo que ha sido la vuelta a las tradiciones de envuelven el festejo de la virgen de Guadalupe en el centro de la capital queretana.

Foto: Miguel Cruz | Diario de Querétaro

El grupo del barrio del Tepetate, “Leones de Querétaro”, como cada año, asistió desde la puesta del sol para danzar en honor a la Guadalupana; se trata del más antiguo de la ciudad, y el que cada año asiste a la explanada del andador a las afueras del templo para festejar su devoción.

Al menos tres generaciones son las que preservan la tradición de las danzas en la antiguamente llamada “otra banda”. Desde personas de la tercera edad hasta pequeñas aprendices que toman descansos periódicos entre danza y danza, al ritmo de tambores marcan sus pasos para rematarlos con el filo de los machetes.