Franco Coppola, Nuncio Apostólico en México, realizó la celebración solemne por el 75 aniversario de la Coronación Pontificia de la Virgen de El Pueblito, quien señaló su importancia para Querétaro y a nivel mundial.
"Agradezco la oportunidad de participar en esta fiesta significativa en sí misma. Significativa y providencial que pase en este día, pues es fundamental para Querétaro y para el mundo. A nivel internacional hoy todos los obispos inician el camino como sinodales, al cual el Papa Francisco ha llamado", comentó.
Señaló que este llamado es un peregrinaje y que la Virgen de El Pueblito es un ejemplo de ello, debido a las celebraciones realizadas, puesto que se llevan a cabo recorridos en las diferentes iglesias y provincias de la entidad.
En tanto, Fidencio López Plaza, obispo de la Diócesis de Querétaro, comentó que la Virgen de El Pueblito es un símbolo relevante para la fe católica, cuya creencia se refleja en la tradición las y los queretanos que la veneran cada día.
La Virgen de El Pueblito no se pertenece a sí misma, es de El Pueblito y se alegre con El Pueblito; llora con El Pueblito; sufre con El Pueblito, y todo eso se ha manifestado en el novenario, pero siempre ha sido un refugio donde los queretanos encontramos consuelo y esperanza", manifestó.
Asimismo, Fray Flavio Chávez García, ministro provincial de la Provincia Franciscana de San Pedro y San Pablo de Michoacán, dijo que por herencia franciscana han buscado vivir en comunión con la población, motivo por el que agradeció la presencia del obispo, Fidencio López Plaza y el Nuncio Apostólico, Franco Coppola.
"Hemos estado viviendo el acontecimiento con el señor obispo quien ha estado presente en todos los eventos, que son un regalo a Dios por nuestra señora. Queremos proyectar este espíritu de comunión y de verdadera devoción a la madre del señor", reflexionó.
La Virgen del Pueblito es una advocación mariana de culto católico, tallada en 1631 por el religioso franciscano fray Sebastián Gallegos, en el Convento de San Francisco de la ciudad. La sociedad queretana acudía a ella en todo momento en solicitud de ayuda por hambrunas, pestes o sequías.