En Paseo 5 de Febrero, las obras de la ciclovía han avanzado, pero en muchos tramos solo se ha pintado la banqueta de verde, lo que ha reducido el espacio disponible para los peatones. Aunque se aseguró que la obra respetaría la "pirámide de movilidad", en la que los peatones tienen prioridad, en varias zonas el espacio para caminar se ha visto afectado.
La ciclovía, que abarca desde la calle Pino Suárez hasta la estación de Qrobús en camino a Tlacote, y luego retoma cerca de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) hasta la estación 18 de Marzo, para proseguir hasta la colonia Obrera, ha causado problemas en varios tramos.
Aunque se planteó inicialmente que respetaría la "pirámide de movilidad" –principio en el que los peatones tienen prioridad– en muchas áreas la banqueta ha sido ocupada por la ciclovía, dejando reducido el espacio para el tránsito peatonal.
En la mayoría de los tramos donde ya se ha intervenido, únicamente se ha pintado una línea verde sobre las banquetas, indicando el espacio destinado a la ciclovía. Además, algunas áreas aún presentan escombros y trabajos en curso, lo que agrava la situación para quienes transitan a pie.
También se han detectado postes que ya se encontraban instalados y jardineras preexistentes atravesados en la ciclovía, impidiendo que los ciclistas circulen con fluidez y en muchas ocasiones tengan que invadir el paso peatonal.
El problema, según expertos en movilidad urbana, radica en una falta de planificación que priorice tanto a peatones como a ciclistas. El urbanista de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Mauricio González Feregrino, explicó que la verdadera prioridad se ha dado al automóvil, dejando a peatones y ciclistas en una situación secundaria.
“Lo que estamos viendo en Paseo 5 de Febrero es un claro ejemplo de cómo se han amontonado a peatones y ciclistas en un espacio reducido, mientras el automóvil sigue teniendo el control sobre el diseño vial. No se pensó en ninguno de los dos grupos. La ciclovía está sobre las banquetas, quitando espacio a los peatones, y los ciclistas no cuentan con una vía realmente segregada”.
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El proyecto sigue en marcha, y aunque las autoridades han destacado que la ciclovía forma parte de un plan integral de movilidad, los retos actuales han puesto de manifiesto la necesidad de reconsiderar el diseño vial, priorizando realmente a quienes se desplazan a pie o en bicicleta, destacó el experto.
"Hay zonas donde los ciclistas, en la práctica tienen qué invadir la banqueta y lo mismo las personas con la ciclovía. En la intersección con Universidad y 5 de Febrero es muy notorio, una zona con un paso peatonal a nivel de suelo, pero con un mal diseño de ciclovía que en realidad termina dejando el mismo problema original".