Falta de alumbrado público, asaltos, inseguridad en las calles y terrenos abandonados, es lo que viven los habitantes de la colonia Valle de Santiago en Ciudad del Sol, fraccionamiento ubicado al norte de la capital, donde la problemática en los últimos años se ha incrementado considerablemente y que pese a las denuncias de los ciudadanos, continúan padeciendo sin una solución aparente.
Desde hace más de 5 años, cuando la colonia comenzó a poblarse, iniciaron problemas con la construcción de las casas, las cuales presentaban cuarteaduras en los inmuebles y que derivó en el reacomodo de al menos 90 familias cuyas casas fueron demolidas, pero cuyo terreno quedó abandonado, convirtiéndose ahora en un foco de infección y de peligro para los habitantes.
“Los tumbaron, son 3 condominios, era porque las casas se fueron cuarteando y había el riesgo de que se vinieran abajo, entonces a las personas las pasaron a otro lugar pero sí son un problema porque es un cúmulo de basura, de perros y ratas, además de la inseguridad que existe de pasar por ahí”, reconoció Magaly, habitante de la zona.
A pesar de que la empresa constructora entregó el fraccionamiento formalmente, estos terrenos se quedaron abandonados, los cuales son utilizados por la población como basurero y hasta como nido de delincuentes que ocupan la zona para ocultarse y asaltar a las personas.
“Aquí hay mucha inseguridad en el terreno de la esquina cada ratito asaltan a la gente, incluso hemos sabido que han violado muchachas por eso no pasamos por ahí, pero es una zona muy insegura sobre todo por las noches cuando las lámparas no encienden y nos quedamos totalmente a oscuras”, reconoció María, habitante de Valle de Santiago.
Si bien la colonia comenzó como un desarrollo agradable para sus habitantes, algunos aseguran que esto ha ido cambiando con el paso de los años, ya que los niveles de inseguridad y de robos en la zona los mantiene en zozobra y algunos han optado por vender su vivienda y cambiarse de domicilio.
“Yo particularmente estoy pensando en regresar la casa al Infonavit, porque esta zona cada vez está peor y prefiero cambiarme de casa y buscar en otro lugar en el que pueda estar más tranquila con mi familia”, agregó Tania.
Los habitantes de la zona coincidieron en que una de sus principales problemáticas es la intermitencia que existe en el alumbrado público, ya que hay días en los que las lámparas prenden y otros días permanecen a oscuras, convirtiéndose en una “cueva de lobo” por la que no pueden transitar sin temor a ser asaltados, otro de los temas que más se viven en el área.
Ante esta situación los vecinos afirman que han buscado a las autoridades para que acudan los incidentes que se han presentado, pero, las patrullas dicen, tardan mucho tiempo en llegar o incluso los mismos elementos policiacos son amigos de los delincuentes.
“Es muy común que hasta los mismos policías se saludan con los de las pandillas o con quienes se dedican a asaltar a la gente, la verdad no atienden a nuestros llamados y cuando llegan el hecho ya ocurrió”, concluyó Leticia.