Comerciantes de la calle Pino Suárez reportan bajas de hasta 80% en sus ventas, la mayoría apenas se estaba recuperando por el cierre a causa de la pandemia, pero la obra sobre esta avenida les dio otro duro golpe a su economía.
Hace semanas los comercios poco a poco retomaban la clientela y les vino el cierre de la calle, el cual impidió el paso de la gente, pero los impuestos y el pago de rentas no perdonan a los más de 15 comercios que van desde venta de ropa, cafeterías, antojitos, ópticas y venta de cobijas por catálogo.
Don Miguel propietario desde hace más de 20 años de una cafetería recordó que el día 13 de julio empezaron los trabajos, desde entonces bajó la clientela, al grado de desde las 9 de la mañana hasta el medio día llegan tres o cuatro personas.
“Ahora más o menos pasa gente, cuando empezaron a levantar todo, dejaron ahí mal conectado, se salió el agua del drenaje, era una peste que obviamente no venía nadie, me parece una grosería que después de 40 días o 60 que estuvimos cerrados nos dejan abrir el 16 de junio y en dos semanas nos abren la calle”.
La mayoría reconoce que aunque la obra es necesaria no hay ningún apoyo del gobierno en los casi dos meses que llevan los trabajos, los cuales estiman podrían durar tres meses o más.
Sin dar nombres indicaron que en una junta con la delegación se les prometió ayuda con las licencias, apoyos de 10 mil pesos pero hasta el momento ninguno ha visto nada.
Imelda, vendedora de antojitos explica que llevan instalados cuatro años en esta calle y reconoce que apenas lleva de un 20 a 25% de clientes, la situación se complicó con el cierre de la calle.
Lorena trabaja en una óptica, casi 10 años y estima bajas en ventas de hasta un 50%, pero la gente no se anima a pasar, incluso cuando llueve la calle se pone peor.
“Nos ha afectado mucho porque la gente no entra, aunque se puso la lona de comercios abierto a veces ni se ve, también tiene que ver en la limpieza, ahora es más difícil tener limpio el local, las ventas han bajado, se supone que las obras iban a durar dos meses pero no creo”.
Martha Edith trabaja en una tienda de lencería recuerda que se hizo una junta donde se les informaron en qué consistirían los trabajos, pero van muy lentos, además de que se ven afectados en temas de limpieza, ruido y bajas ventas.
“Si nos afectó mucho la vente porque no son iguales a meses anteriores, nos bajó casi o más de la mitad de las ventas, parece que esto va para largo”, finalizó.
