Reducciones de personal y de espacios para los comensales, así como el uso constante de gel antibacterial y cubre bocas forman parte de las medidas de higiene que ya aplican los negocios en Querétaro, como parte de las medidas de prevención por el COVID-19.
Sin embargo, pese a las medidas sanitarias, los restaurantes tienen poca asistencia y sus ventas van a la baja.
De acuerdo con Felipe Ayala, responsable de una tienda de conveniencia en el centro histórico, a raíz de los contagios del COVID-19, utiliza gel antibacterial y un cubrebocas; sin embargo, no ha tenido necesidad de restringir el acceso a las personas, ya que, debido a la poca afluencia en las calles, no hay aglomeraciones.
Aunque su horario de cierre habitual es a las 22:00 horas, debido a la poca asistencia de clientes, se ve obligado a cerrar desde las 20:30 o 21:00 horas. “No hay gente, no hay nada. Está solo. No hay nada que hacer”, lamenta al agregar, que ha registrado una disminución del 50% o 60% en sus ventas.
De acuerdo con Marlene Torres, responsable de un restaurante en el centro histórico, indica que ya han reducido el 50% su aforo y separado las mesas; aunque en este establecimiento pueden atender a 100 personas, por estas medidas, se redujo a 50 y cerraron su servicio de terraza.
Sus medidas de higiene consisten en que el personal se lave cada media hora las manos y se desinfectan mesas, sillas, cartas, saleros, servilleteros y otros objetos en contacto con los clientes; además de utilizar un cubre bocas permanentemente.
“Estamos trabajando a los mínimos, se tuvo que descansar a mucha gente (…) Trabajamos de ocho a nueve personas por turno, ahorita estamos trabajando solo cuatro personas cada turno”, indica.
COMERCIO INFORMAL AFECTADO
Además de la disminución de ventas en los establecimientos formales, comerciantes indígenas se ven afectados por la baja de afluencia de personas en las calles. Una de las artesanas, originaria de San Idelfonso en Amealco, explica que viaja desde su comunidad a Querétaro y trabaja de miércoles a sábado.
Al ganarse un sustento diario, y rentar un cuarto en la capital, estas medidas han complicado su supervivencia.
“Si no me muero del virus, me voy a morir de hambre, porque me tengo que encerrar (…) Es fácil decir, enciérrense, resguárdense, pero qué difícil es para nosotros que andamos aquí en la calle (…) Yo invito a la gente que no se espante”, dice.
Fue este viernes 20 de marzo, cuando las autoridades municipales de Querétaro, dieron a conocer una serie de medidas preventivas del COVID-19; entre estas, se encuentra que las tiendas de conveniencia funcionarán de las 5 a las 22 horas y solo podrán acceder en ellas, 10 personas.
En tanto, restaurantes, pastelerías, taquerías, entre otros, podrán funcionar hasta las 21 horas, reducir su aforo al 50% y mantener una distancia de 1.5 a 2 metros. El horario límite de desalojo es a las 23 horas.