Cargando a su hijo, vestido de San Juan Diego, Susana Silva de Querétaro comparte por primera vez este amor a la virgen con el menor, desde hace 28 años viene a presentar sus suplicas a la virgen de los mexicanos.
“Es una emoción haber logrado llegar, sobre todo con el pequeño que viene caminando por primera vez y mucha satisfacción haberlo logrado”.
Las peticiones son muchas, pero siempre se tiene en mente venir, no dejar de ser fiel a la virgen de Guadalupe, pues su presencia llena de esperanza y fe la vida de todos los que acuden a su casa.
“Siento agradecimiento y cada vez que se acerca la fecha uno pide diversas cosas, esta vez he venido a pedirle más que nada por la salud de mi mamá y darle gracias”.