Con flores, rezos y comida recordaron a sus difuntos en el Panteón de San Pedro Mártir decenas de queretanos que acudieron este dos de noviembre, a la tradicional celebración de Día de Muertos.
Desde muy temprano con la llegada de familias enteras que acudieron a limpiar y arreglar las tumbas de sus difuntos, comenzó la algarabía en este cementerio que abrió sus puertas hace 29 años.
El silencio y la tristeza que acompañaban el caminar de los visitantes por los pasillos de tierra, contrastaban por mucho con el ruido del exterior, donde se ofertaba todo tipo de artículos para la venta.
Muchas tumbas de niños fallecidos que fueron visitadas un día anterior lucían adornadas con globos, juguetes, dulces y flores; y otras más como cada año, se quedaron en el abandono y el olvido.
Destacaron entre las tumbas, los colores amarillo y negro que caracterizan a los taxis, que reflejan la tristeza de una partida inesperada y el recuerdo que aún persiste en sus familiares y amigos.
Esa es la tumba de Don Juan, fallecido en 2016, cuya lápida fue construida a semejanza de un taxi, tiene el número de concesión y placas que tenía lo que en vida fue su instrumento de trabajo bajo el servicio de radio taxi diamante.
También este día acudió al panteón -acompañado de su nieto- el señor Juan Javier Guerrero Luna para visitar a su hijo fallecido en 1991, a quien viene a visitar hasta tres veces al año.
Hubo muchas familias que degustaron los más exquisitos platillos durante su estadía en el cementerio, aquellos que le gustaban sus difuntos; mientras que algún otro visitante con cerveza en mano, dormitaba a un costado de la tumba de su ser querido.
Por la cercanía que tiene este panteón con el cerro de la zona, es común encontrar bichos como alacranes y arañas, como le ocurrió a una familia que durante su recorrido por el cementerio encontró una araña de las llamadas “capulina”.
La explanada externa del panteón, lució repleta de comercios donde se ofertaban ramos de flores desde 15 pesos hasta más de 100 pesos, además de gran variedad de antojitos, ropa, zapatos y demás artículos alusivos a las festividades.
Desde las siete de la mañana, personal de Servicios Públicos Municipales realizó labores de limpieza y desmalezado. Y alrededor de 40 personas, principalmente menores, ofrecían sus servicios para el acarreo de agua, a cambio de “lo que gustara cooperar”.
Elementos de las policías estatal y municipal realizaron constantes rondines al interior y exterior del panteón, para resguardar el orden y seguridad de los visitantes que acudieron en el transcurso del día.
El Panteón de San Pedro Mártir abrió sus puertas en 1991 y tiene cerca de seis hectáreas. Hasta el momento este cementerio suma 17 mil inhumaciones; es uno de los panteones saturados de acuerdo con la Secretaría de Servicios Públicos Municipales.