Durante esta semana la peregrinación a la Basílica de Guadalupe, será mediante misas que se realicen en el Santuario de la Congregación como un proceso de oración, perdón y de fraternizar entre la comunidad, sostuvo el obispo de Querétaro, Fidencio López Plaza, después que fue suspendida la romería por el aumento de casos de Covid-19.
Durante la misa en el Santuario de la Congregación, refirió que peregrinar es un proceso de transformación, ya que de lo contrario los cristianos que no se mueven se convierten en momias de museo, cristianos con cara de vinagre, y cristianos con cara de soledad y disfrazado de hipocresía.
Enfatizó que aunque este año nuevamente no se va físicamente a la Basílica, el corazón de los peregrinos se podrá acerca mediante la oración; además que invitó a escribir en una cruz los nombres de las víctimas de Covid-19, para que el próximo domingo se pueda llevar a la Basílica de Soriano.
Subrayó que la peregrinación es un caminar constante, y que el ser humano requiere estar en movimiento; salir de los apegos, dependencias, de las relaciones que enferman, del pasado, y las heridas de la familia.
Estableció que peregrinar ayuda a que la iglesia esté en movimiento para que no esté enferma por el encierro; además recordó que cada año, antes de la pandemia, los católicos acudían a la basílica a depositar sus anhelos a la Virgen de Guadalupe.
“Regresamos de nuestras casas al Tepeyac pero después de depositar nuestros anhelos en las manos de nuestra querida madre de Guadalupe, y regresamos a casos con la esperanza de volver a peregrinar”, subrayó.
Algunos de los organizadores de la peregrinación acudieron a la misa realizada este domingo en la iglesia, en donde colocaron los estandartes que tradicionalmente llevaban en su camino a la Basílica de Guadalupe, y después de concluir la eucaristía retornaron a sus casas.
Fueron alrededor de 150 personas las que acudieron a la misa este domingo.