A pesar de tener las puertas cerradas, decenas de fieles acudieron a felicitar a la virgen morena al Templo de la Congregación, daban gracias, oraban y pedían su intercesión para tener salud y poder salir de la crisis que atraviesa el mundo.
Desde las 11 de la noche del viernes se alcanzaban a escuchar cohetes, por la mañana repicaban las campanas de las iglesias y templos, la mayoría estaban con las puertas cerradas, otros con una puerta, la gente se asomaba, algunos intentaron entrar y dar gracias y luego salían.
Un año diferente donde las puertas cerradas motivan a la gente a detenerse, rezar un rosario, persignarse y seguir adelante, en el templo de la Congregación hubo celebración de misa, pero solo con boleto, entraron solo grupos de 60 personas.
Gloria Arreola, devota de la virgen espera a las afueras del templo, recuerda a la virgen en su cubrebocas, donde tiene bordada su imagen, aunque aún es muy de mañana espera para poder ingresar a la misa con su boleto de las 2 de la tarde.
“En la noche hicimos oración por los enfermos, por lo que está pasando para encomendarnos a Dios y a la virgen, somos muy guadalupanos, ya tenemos desde que soy niña que mi familia está así, solo pueden entrar 60 personas para entrar a misa, de hecho, en nuestro pueblo que está en Salvatierra”.
Aprovechando la sombra de los árboles la señora Rosa Lilia Altamirano reza un rosario enfrente del templo, agradece por la salud en estos tiempos difíciles, pero acude a visitar a la madre de los mexicanos.
“Me hace reflexionar que, de alguna manera, aunque sea de lejos pero seguimos con nuestra tradición y entendemos la situación y la verdad es muy complicado que se siga como otro años pero esperemos que nos proteja mucho la virgen”.
La señora Antonia Ramírez está sentada afuera del templo, aunque logró entrar a la primera misa, dice que no fue suficiente para mostrarle amor a la virgen, está rezando y recuerda el motivo por el cual todos vienen al templo, “es el cumpleaños de la virgen de Guadalupe, venimos a venerarla”.