El obispo de Querétaro abrió la Puerta Santa de la Catedral, dentro de las actividades del Año Jubilar Mariano, por lo que quienes la atraviesen, o la de alguna de las parroquias, podrán obtener la indulgencia plenaria, siempre y cuando lo hagan en “estado de gracia”.
Previo a la ceremonia, los asistentes partieron en procesión de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús hasta la Catedral, donde fueron recibidos con la quema de pirotecnia, así como con una “alfombra” multicolor, elaborada con aserrín.
Cada rincón del recinto se llenó, por lo que feligreses optaron por escuchar la homilía desde afuera del templo. En ella, el obispo los urgió a externar su fe en una acción misionera, y rezar constantemente el Rosario al interior de sus hogares.
En entrevista comentó que el año Jubilar inició el 4 de febrero, cuando se abrieron las puertas de la Basílica de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, al ser Querétaro un pueblo 100 % mariano, lo que se demuestra con las muchas acciones de “piedad popular” que realiza la grey en honor a la Virgen.
Quienes deseen obtener la indulgencia podrán hacerlo el día 15 de cada mes, al atravesar la puerta de una parroquia de la Diócesis, o cualquier día, si acuden a la Catedral. Para obtener la indulgencia plenaria los fieles deben confesarse, acudir a la Santa Misa, comulgar, orar por el Santo Papa, y de manera adicional, se les invita a rezar el Rosario y leer “un trozo” de la Biblia.
“Con motivo de los 50 años del aniversario de ser patrona diocesana de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, hemos querido impulsar este año mariano, y hemos solicitado al Santo Padre, con tiempo, por supuesto, la indulgencia plenaria, de tal manera que la gente pueda ganarla para fortalecer su alma. Nuestro camino es luchar por nuestra salvación, porque esta vida se acaba y Dios nos espera en el Cielo”.
“Se gana todas las veces que quiera ganar la indulgencia, es decir, como una reserva interior”, ahondó el obispo quien remarcó la importancia de que todos los bautizados compartan “la alegría de su fe”, incluidas aquellas autoridades que sean católicas.
“Sin duda, cuando se hacen obra social, y se hacen en el nombre de Dios, también están anunciando el Evangelio, por eso la exhortación es para todos. Sin duda, uno de los caminos para ayudar a nuestro pueblo es estar con ellos, es caminar con ellos, es ir a donde están. Si nosotros queremos evangelizar, no vamos a esperar a la gente en los templos, tenemos que ir a realidades pobres, incluso de gente que no viene a misa, para eso es la misión: para ir a llevar el “consuelo de la Palabra de Dios”, remarcó en la entrevista.
En cuanto la ceremonia concluyó, la grey que salía de misa de 9:00, que finalizó a las 11, no se distinguía entre la que ingresaba, la segunda con el firme propósito de aprovechar la oportunidad de “lucrar con la indulgencia plenaria” durante el servicio programado las 11:00 horas.