En el municipio de Querétaro, el 51% de los trabajadores se concentra en la zona céntrica, que abarca apenas el 6% de la superficie total del municipio, lo que genera importantes desafíos en términos de movilidad, según explicó Fernando Tovar, urbanista y docente en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
Esta situación obliga a casi la mitad de la población trabajadora a desplazarse hacia el centro histórico y sus alrededores, aumentando el tráfico y la congestión vehicular en estas áreas.
"Este territorio, que apenas representa el 6% de la superficie del municipio, concentra al 51% de los trabajadores totales de Querétaro y al 64% de los empleados en equipamiento urbano", explicó.
De acuerdo con Tovar, quien utilizó datos del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de mayo de 2024, esta concentración laboral se da principalmente en la delegación Centro Histórico y un área que abarca un kilómetro alrededor de Bernardo Quintana y Paseo 5 de febrero.
Este territorio, que representa apenas el 6% de la superficie del municipio, alberga al 51% de los trabajadores totales de Querétaro y al 64% de los empleados en sectores relacionados con equipamiento urbano.
"Prácticamente la mitad de la población tiene que entrar al centro histórico y sus inmediaciones para trabajar, lo que evidentemente genera problemas de movilidad muy serios", comentó.
Tovar señaló que la alta concentración de actividades económicas y laborales en esta pequeña área genera un flujo constante de personas que diariamente se desplazan hacia esta zona para cumplir con sus jornadas laborales.
Esto tiene un impacto directo en la movilidad, ya que miles de personas deben atravesar o circular por el centro histórico y sus inmediaciones, donde se encuentran muchas oficinas, comercios y servicios, lo que eleva el tránsito y provoca cuellos de botella en las principales arterias viales.
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El urbanista destacó que esta distribución geográfica de los empleos no es equilibrada y contribuye a la saturación de la infraestructura vial en esta parte de la ciudad. El constante flujo de trabajadores hacia el centro afecta también a los servicios de transporte público y a las vías de acceso principales, como Paseo 5 de febrero y Bernardo Quintana, que suelen experimentar altos niveles de congestión en horas pico.
