Empieza la época de carnaval en casi todo el mundo. Para casi en todo el mundo esto representa alegría, fiesta, baile y diversión, pero como en casi todas las historias bonitas hay una parte oscura y negativa a la que normalmente no le hacemos caso.
En el caso de estos emblemáticos festivales, una de las partes no tan bonitas tiene que ver con la cantidad de basura y residuos que se generan; que por supuesto no terminan en su mayoría en un lugar adecuado para su disposición final y mucho menos un proceso de reciclaje.
Si analizamos ciertos numero, por ejemplo los del Brasil, podemos ver que en las cinco ciudades principales donde se calcula que solo el 4 % de esos residuos pudieron entra a procesos de reciclaje y el resto termino en su mayoría en la naturaleza o en lugares no adecuados para su almacenamiento. Esto quiere decir que en mas o menos una semana se produce la basura que probablemente se produzca normalmente en casi todo el año.
Estas cifras que en México no están tan bien documentadas, probablemente sean parecidas y si pensamos que los principales carnavales se hacen en ciudades asociadas a playas, entonces la posibilidad de que estos residuos terminen en el mar es mucho mayor. Y así como estos eventos están los conciertos, los festivales de todo tipo que también suelen congregar a una gran cantidad de personas, y por supuesto de la misma manera generan una gran cantidad de basura.
Hace poco en Querétaro hubo un par de eventos donde ostentaban “ser conscientes con sus residuos generados”; esto se hizo a través de un tercero que es quién esta interesado en la parte económica que genera el movimiento de ciertos materiales como el aluminio o el pet, que se venden a un precio nada despreciable por kilo.
La reflexión de esto gira en ¿Quién tendría que ser responsable de que todo esto sea mas amigable con el ambiente? Yo creo que como casi todo tendría que ser un trabajo en conjunto.: en primera instancia está el gobierno que es quien da permiso para la realización de estos evento, esta instancia podría sin problema exigir que así como hay que tener una ambulancia y cierto numero de paramédicos para alguna emergencia, se deba tener un plan para la canalización adecuada de residuos reciclables.
La otra parcela de responsabilidad recae en los mismos usuarios, por ejemplo a principios de año fui al Estadio de Los venados de Mazatlán y llevé mi vaso para poder servir cerveza, al principio no querían servirme ahí, pero después de una explicación y apoyo de otros usuarios lo hicieron. Entonces imaginen que para entrar a un concierto te pidan que lleves tu vaso para la cerveza o que los festivales tuvieran sitios donde llenar tu botella de agua; otro gallo nos cantaría.
Así que como en los carnavales queman al diablo para simbolizar el cierre de un ciclo, nosotros podríamos “quemar “ esas viejas ideas de que lo desechable es mejor.