Por primera vez en la historia de la peregrinación, Juan Carlos, Donaciano, Alejandro y Jesús conforman el operativo de retención que busca “detener” a los peregrinos que se adelantan a sus columnas, a fin de evitar incidentes, situación que, afirmaron, no ocurría en la Sierra sino hasta hace cinco años.
Juan Carlos Ledesma, con 25 años de experiencia como peregrino, explica: "Traemos el operativo de retén de vanguardia, más que nada para checar que no se adelante mucho peregrino sobre la ruta. Nosotros detenemos a los adelantados".
Donaciano García, con 51 años como peregrino, añade que la seguridad es primordial: "Venimos tratando de evitar un accidente. Los que van por su cuenta no tienen la seguridad que todos tenemos al colaborar con los hermanos que vienen en vigilancia".
Jesús Hernández, quien participa por primera vez como peregrino, subraya la importancia de no adelantarse: "La recomendación que hacemos es que no se adelanten para evitar un accidente. Todos los tramos son peligrosos, desde Pinal, que hay pura carretera, hasta la Basílica".
Alejandro Aranda, con 55 años peregrinando, destaca la coordinación entre los equipos: "Somos dos del decanato de Soriano y dos del decanato de Santiago. Nuestro trabajo varía, hace 20 años teníamos un cargo diferente, pero ahora nos unimos para apoyar en la vanguardia".
El equipo de retención se adelanta casi un kilómetro y se monitorea, esperando a la columna para evitar que los peregrinos se adelanten y den mal aspecto. Según García, anteriormente no se adelantaban los peregrinos, pero eso ha cambiado en los últimos cinco años.
“No hemos tenido accidentes, pero queremos evitarlos. La gente lo hace porque no son de la sierra, son visitantes. La gente de la sierra es respetuosa porque es su peregrinación y los de fuera descomponen su peregrinar con estos actos”, señaló.
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Este año es una prueba para este operativo de retención, y si resulta exitoso, se espera que el próximo año se implemente con más personas. “Es la prueba, si da resultado, con el favor de Dios, el próximo año se vuelve a hacer con más gente”, concluyó Hernández.
La seguridad y el orden en la peregrinación son primordiales para mantener viva esta tradición religiosa y garantizar la integridad de todos los participantes, señalaron los peregrinos, quienes en Camargo se dirigen hacia Peña Blanca como punto de encuentro para salir al otro día en su camino hacia la Basílica de Guadalupe.