La devoción a la Virgen Desatadora de Nudos ha ganado terreno entre los feligreses de Querétaro, quienes en su mayoría llevan cerca de tres años conociéndola y venerándola. Estos devotos acuden a su iglesia porque afirman haber "sentido el llamado" y han cumplido mandas en su honor, buscando su intercesión en momentos de dificultad.
Rosa Gabriela Lembo y Verania Elisa Rocha son dos de las creyentes que han encontrado en esta devoción una fuente de fe y consuelo. Lembo comenzó a asistir al santuario después de que su hija, quien conoció la figura en Cancún, le pidiera a la Virgen poder concebir un hijo.
"Mi hija la conoció en Cancún y le pidió poderse embarazar, y una amiga que su hijo tiene cáncer, fue quien me dijo que en Querétaro hay un santuario y cada que vengo recibo regalos de muchas manera (...) No tengo cómo agradecer que mi hija después de 11 años de matrimonio hoy espera bebé y sí es un milagro".
En tanto, Rocha describe el santuario como un lugar "mágico" que la invita a regresar. Su conexión con la Virgen y el sentimiento de protección que le ofrece han sido fundamentales para su devoción continua. Ambas devotas destacan la sensación de gratitud y fe que experimentan al visitar el santuario, señalando que es un lugar que llena sus vidas de luz y esperanza.
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El santuario de la Virgen Desatadora de Nudos en Querétaro se ha convertido en un punto de encuentro para muchos feligreses que buscan milagros o desean expresar su devoción. La creciente popularidad de esta figura religiosa refleja el impacto positivo que tiene en la comunidad, fortaleciendo la fe y proporcionando consuelo en tiempos de dificultad para quienes acuden cada domingo.