La creencia en San Judas Tadeo tiene un nivel importante de cohesión social, que permite que las personas mantengan un sentido de unidad entre sí, fenómeno social que sucede de manera regular entre las poblaciones de bajos recursos como una manera de lidiar con las dificultades del entorno, así lo manifestó Edmundo Rogelio Garza, antropólogo e investigador de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
"Las expresiones religiosas en la actualidad son importantes para las personas. La devoción pública a San Judas Tadeo en Querétaro es una de estas expresiones que ha destacado en los últimos 30 años, sin embargo, su presencia es mayor, sobre todo en los barrios populares y en comunidades alejadas de la urbe", manifestó.
Reconocido por los fieles católicos como el santo intercesor en los casos difíciles y desesperados, San Judas Tadeo es conmemorado cada 28 de octubre y se encuentra caracterizado por llevar un medallón en el pecho que tiene el rostro de Cristo y una llama de fuego en la cabeza, la cual simboliza que recibió al Espíritu Santo en Pentecostés.
Desde el punto de vista del padre Roberto Morales, esta es una creencia muy nueva, que básicamente define como una moda a la par de figuras como Santo Tomás de Aquino, el cual fue muy popular entre los jóvenes como lo es ahora San Judas Tadeo, sin embargo, no descartó la influencia e importancia que tiene con este sector, principalmente en un momento en que el número de fieles en México se ha reducido.
"Los jóvenes se han manifestado a favor de esta creencia. Les gusta mucho y desconozco la razón, pero sí llegan los muchachos con sus San Juditas para bendecirlos y hacen peregrinaciones. Digo, sigue siendo católico, la iglesia lo acepta, pero la gente por su propia cuenta se organiza y le dedica rezos y sacrificios, como si fuera Dios o Jesús", mencionó.
Ambos coinciden en que su apogeo ha sido peculiar y en crecimiento, lo que ha derivado en considerarse como el segundo santo más venerado en México, solo superado por la Virgen de Guadalupe, y que en un contexto en el que hay mayor violencia y problemáticas sociales como desempleo y falta de oportunidades, es un refugio para las personas.
"Es natural que las personas le busquen sentido a lo que sucede. Mito viene de la narración y es lo que nos cuenta de nosotros lo que somos. Muchas personas necesitan creer en algo tan profundamente, que les es imposible verse fuera de esa creencia. Para ellos todo tiene sentido y lo encuentran en estas figuras, sobre todo cuando en realidad es que todo es un caos", concluyó el antropólogo Rogelio Garza.