La pandemia ha sacudido muchos sectores de manera estrepitosa y la educación no es la excepción. Nos dimos cuenta de que lo que se ha enseñado en las escuelas por décadas, no prepara a los alumnos para lidiar con situaciones repentinas como la que vivimos ahora. Es necesaria una reflexión y un cambio.
Por las condiciones actuales del mundo, más que llenar a los estudiantes con conocimientos, debemos promover entre ellos habilidades y competencias que les permitan actuar con éxito ante esta nueva realidad. Hay tres que consideramos son fundamentales: el aprender a aprender, la capacidad de enfrentar lo incierto y la resiliencia.
Vivimos en la era de la información, la cual se difunde de manera veloz por el internet además de generarse nuevos conocimientos diariamente. Dada esta realidad, nuestros jóvenes deberán prepararse para problemas que todavía no existen y para manejar tecnologías que todavía no se han creado. Ante esto, es más efectivo que aprendan a aprender; que sepan buscar y seleccionar aquellos datos que les son útiles y de los cuales obtengan respuestas y encuentren soluciones para los problemas que enfrentan.
Ante un mundo cambiante, en el que las condiciones son diferentes, día con día, es importante tener la capacidad de enfrentar lo incierto con éxito; desde la serenidad saberse capaz, y con un abanico de habilidades suficientes para afrontar las diferentes circunstancias.
Por último, ser resilientes. Esa capacidad de volver a encontrar empuje y motivación después de un tropiezo. Ante tanta incertidumbre es muy probable que no todo nos salga como queremos y además resulta complejo planear a largo plazo. Por eso, es necesario aprender de las caídas y levantarse rápido y con buen humor para seguir adelante.
Al desarrollar en nuestros jóvenes la capacidad de enfrentar lo incierto, ser resilientes y el aprender a aprender, les dará herramientas poderosas para enfrentar la “nueva normalidad”.
*Profesora de la Escuela de Humanidades y Educación, Tec de Monterrey Campus Querétaro.