Caminar hacia el Tepeyac es también una parte del aprendizaje diario para la vida, eso lo sabe bien Teresa Rodríguez originaria de El Zamorano, Colón y que cumple un cuarto de siglo en este andar que le ha dejado muchas cosas.

“Empecé en 1992, se dice fácil pero no lo es, durante estos 25 años ha habido muchas cosas, ha sido un proceso porque así como el caminar hacia acá, también en la vida diaria, de un año para otro es un cambio muy diferente porque cuando empezamos a vivir la peregrinación de diferente manera y ahora la vivimos más espiritualmente”.

Desde hace 14 años vivió un encuentro que le cambió la vida, tocó su corazón y la acercó con Dios, desde entonces también sirve a su comunidad y apoya a las peregrinas.

“Yo solo quiero agradecer por un año más de los 25 que nos permite visitarla y darle gracias también por nuestros familiares y toda mi comunidad y mi párroco, el padre Rogelio que es un sacerdote que es lo máximo”, finalizó.