El señor Carlos Olvera Reséndiz de Cadereyta tiene más de 57 años de vivir la peregrinación, empezó a los 20 años, es originario del municipio de Cadereyta, se afirma guadalupano y es una promesa que cumple desde hace más de medio siglo, luego de que le pidió a la virgen que le diera una segunda oportunidad al recibir un balazo en el estómago.
“Cuando empecé de peregrino me hirieron, me dieron un balazo y le prometí a la Virgen que si me librara de lo que me habían hecho acudiría a verla, empecé de peregrino y soy guadalupano”.
Acompañado de sus hijos y nietos, ahora hereda la tradición guadalupana para caminar año con año desde el municipio de Cadereyta hasta el altar a la virgen morena.
“Fue un accidente, me atacaron en el estómago, era yo velador, entraron a robar y me dispararon, la bala no salió y sigue alojada en mi cuerpo, yo creo tanto tiempo ya no la van a encontrar, le pedí a la virgencita que me ayudara, era yo un teporocho como a los 15 días de salir del hospital me puse a tomar y ya tengo 25 años sin tomar ni nada”, finalizó.