Karla Ledesma, una apasionada defensora de los gatos, comparte su vida con Polar, Tomi, Tormenta y Chase, todos felinos rescatados. Su amor por estos animales la llevó a fundar "Adopta, salva un gatito", una asociación dedicada al rescate, rehabilitación y adopción de gatos en Querétaro.
La historia de Karla con los gatos comenzó con Polar, quien fue rescatado hace seis años. Karla recuerda cómo encontró a Polar mientras trabajaba en Antea: escuchó un maullido, y al investigar, descubrió al pequeño gato en un recogedor, a punto de ser arrojado a un bote de basura. Sin dudarlo, pidió que le entregaran al gatito, que tenía apenas siete días de nacido y necesitaba cuidados especiales para sobrevivir.
"Mi hermana pasó por mí ese día, tenía siete días de nacido, no abría ni los ojos, y fue el primero que crié, porque hay que darles leche especial y otros cuidados. Sobrevivió. Es de mis gatos, el que más se enferma, porque no recibió leche materna ni lo que requiere. En ese entonces lo adoptó mi novio, ahora esposo, en su casa y se quedó con él, cuando vivía con sus papás. Cuando nos fuimos a vivir juntos ya nos lo trajimos".
Después llegó Tomi, un gato travieso que apareció una madrugada en su casa. Karla y su esposo, Rubén, lo encontraron en la calle y, tras un intento fallido de devolverlo a su dueño, decidieron adoptarlo.
"Y recién que vivimos juntos, hubo un día que escuché un ruido y un maullido, y era Tomi, y yo abrí la puerta, se metió a la casa y teníamos solo un sobre y se lo dimos, lo dejamos adentro. Me acuerdo que se me acurrucó en el pecho. Publiqué el asunto en el grupo vecinal y salió que tenía un dueño, fue por él muy desinteresado, me quedé con la espinita de que no lo cuidaba, llevaba tres días en la calle, sin esterilizar, y me peleé con este tipo. Ya se quedó con nosotros".
Posteriormente, se unió a la familia Tormenta, una gata sociable que encontraron en Villas de Santiago. Aunque inicialmente pensaron en darla en adopción, se encariñaron tanto con ella que decidieron quedarse con ella.
"Tiempo después llegó Tormenta, y en los rescates, la encontramos en Villas de Santiago, fue muy sociable. Mi esposo la metió a la casa y ese día tuvo sus bebés. El plan original era darla en adopción, pero como la cuidábamos nos encariñamos mucho con ella. Decíamos que 3 gatos era mucho, porque tenemos un perro, sobre todo tenerlos bien, alimentarlos bien, es un dinero, pero me convenció él y dijimos que con ese "cerrábamos la fábrica".
El último en unirse fue Chase, una gata curiosa y traviesa que llegó cuando su madre la abandonó en el patio de una señora. Karla la cuidó desde pequeña y, al enamorarse de su carácter cariñoso, decidió mantenerla en su hogar, a pesar de haber planeado no tener más gatos después de Tormenta.
"Pero llegó Chase, que es una gata bien traviesa, entre ella y Tomi, pero Chase sabe abrir cajones, puertas, y ella llegó porque su mamá gata los tuvo en el asador del patio de una señora y después no volvió por ellos. Entonces en un pedido de ayuda por cuidarlos me ofrecí por mi experiencia y lo agarré con su hermano y la cuidé desde pequeña y yo me encariñé".
Karla Ledesma no solo ha rescatado y cuidado a sus cuatro gatos, sino que también ha adaptado su hogar para satisfacer sus necesidades. Para mantener a Polar, Tomi, Tormenta y Chase seguros y cómodos, ha instalado mosquiteros en las ventanas, asegurándose de que no puedan escapar.
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Además, les ha asignado un cuarto propio equipado con juguetes, un arenero y rascadores, creando un ambiente enriquecedor y estimulante para ellos. Karla gasta alrededor de 1,500 pesos al mes en croquetas, asegurando una alimentación adecuada para cada uno. Además, todos los gatos están debidamente esterilizados y reciben sus vacunas anuales, lo que también contribuye a los gastos asociados con su mantenimiento.
Fundada en noviembre de 2017, "Adopta, salva un gatito" ha ayudado a cientos de gatos en Querétaro. La asociación no sólo se dedica a la adopción de gatos domésticos, sino también al manejo de gatos ferales, aquellos que viven en estado salvaje y carecen de contacto humano. A través de su labor, Karla y su equipo han brindado una segunda oportunidad a muchos felinos, promoviendo la importancia de la adopción responsable y el cuidado de los animales.