Vecinos de la Unidad Condominal Lucépolis Coto Club acusan a la empresa inmobiliaria Impulsora Q21 de presuntamente controlar el servicio de agua de este fraccionamiento, señalando cobros extras e irregularidades, lo que ha generado conflictos vecinales; un servicio que, afirman, debería ser administrado por la Comisión Estatal de Aguas (CEA) y no por una empresa privada.
Para Diario de Querétaro denunciaron que este fraccionamiento, localizado en Milenio III, comenzó con conflictos del servicio de agua luego de un cambio de administración dentro del sitio, no consultado por sus habitantes. Refirieron que fue instalado un macromedidor por parte de la CEA para abastecer del vital líquido, luego de que la empresa Q21 trabajara para entregar la infraestructura del servicio y con ello dicho fraccionamiento pasara a manos de esta dependencia pública.
"El macromedidor se lo entrega la CEA a Q21, pero en el proceso, en el Q21 hace entrega del fraccionamiento a municipio, ellos se hacen cargo del servicio de aquí, que es un proceso más largo porque municipio no acepta el fraccionamiento si la desarrolladora inmobiliaria (Q21) no entrega el sitio de acuerdo a las características específicas que el mismo municipio maneja", detallaron.
Hasta la fecha, no se ha entregado dicho fraccionamiento debido a que la CEA no acepta, pues aseveran que cierta infraestructura está mal ubicada, entre otros detalles. Asimismo, aseguraron que el problema comenzó con el cambio de administración dentro de Q21, pues ellos realizaban sus pagos de servicio puntualmente, hasta que la CEA les quitó el servicio de agua "por falta de pago".
"Ya teníamos una deuda de un millón y actualmente es una deuda de más o menos 800 mil pesos. En 2020 vino la CEA a quitarnos el agua, porque no habíamos pagado. Nosotros cuestionamos eso, porque estuvimos pagando nuestro servicio, a la administración de Q21, pero resulta que nos dijeron que esta empresa no tiene su administración bien estructurada y no saben ni cuánto ni quién deposita", refirieron.
Afirmaron que acudieron a las oficinas de Q21 al no reconocerse sus depósitos, pero no tenían administradores. Recordaron que fue en 2019 en que Q21, la CEA y la administración anterior llegaron a un acuerdo entre ellos para este cambio de la nueva organización, sin consultarle a nadie sobre el proceso, lo que los llevó a tener esta problemática.
Aseguraron que la empresa inmobiliaria se está enriqueciendo a costa de los servicios de agua de este fraccionamiento, motivo por el que vecinos se han reunido para resolver el asunto. Además, indicaron que además del costo de agua que han tenido que costear a la CEA, ahora con la deuda, Q21 hace otros cobros por el mismo servicio, "cargándonos otro costo administrativo".
"Tenemos una administración pagada dentro del costo de la CEA y otra dentro del costo de la administración de aquí, que lo desconocemos, porque como vecinos nosotros no firmamos algo que acepte esta nueva organización. Y no siendo ellos conscientes de la necesidad del agua, nos cobran si no pagamos y te quitan los medidores y te cobran por quitarlo", dijeron.
Cuestionaron el actuar de esta empresa, al no considerar el agua como un derecho humano, sino como un negocio, actuando como "si fueran un organismo descentralizado". Además, cuestionaron a la CEA, "porque no sabe y está mal, porque la CEA no puede darle la administración y que un grupo de personas se enriquezca con el agua y en el fraccionamiento hay un conflicto fuerte, por este tipo de personas que quieren enriquecerse".
