Ciudadanos y representantes de organizaciones sociales se movilizaron la noche del miércoles para exigir se revierta el incremento al precio del transporte público, al argumentar que se trata de un servicio caro, de mala calidad y en el que los ciudadanos deben invertir más tiempo del necesario.
Si para los concesionarios no es un buen negocio que lo dejen, sostuvieron antes de partir de Plaza Los Arcos; ubicada entre Boulevard Bernardo Quintana y Los Arcos.
Unas 30 personas partieron de la plaza rumbo a Avenida Zaragoza, para dar vuelta por Avenida Corregidora y retornar, a Plaza de Armas. Entre los que se sumaron a la marcha se encontraron Benjamín Islas, de la Marcha LGTB y Gisela Sánchez, de la organización Salud y Género.
Con bocina, una pancarta y cartulinas, argumentaron que una familia invertirá, al menos, 66 pesos diarios para realizar sus trayectos, lo que lacerará, claramente sus presupuestos y que mientras que el salario creció 16 %, el aumento al transporte público fue de 29 %, lo que claramente demuestra una clara desigualdad, dijeron, entre el ingreso familiar y el gasto que deben ejercer.
Enfatizaron que los funcionarios no se dan cuenta de que ser pobre es muy caro, pues al aumento, se suma la mala calidad del servicio, y el tiempo tan largo del traslado.
Previo a la marcha también lamentaron que más de mil 500 personas afirmaron que responderían a la convocatoria de la marcha en Facebook, más de seis mil se dijeron interesadas, pero que finalmente la participación fue poca, luego de que en la misma página se cancelara.