Fieles católicos del Santuario de la Congregación de Nuestra Señora de Guadalupe participaron en actividades y preparativos previos al Día de la Virgen de Guadalupe, celebración religiosa más significativa del calendario católico y que particularmente en Querétaro es una tradición de fiesta y gratitud.
Luego de 2 años de ausencia de este festejo debido a la pandemia de Covid-19, nuevamente las calles se llenaron de colores y olores con decenas de personas entre puestos de comida, con figuras de la Virgen de Guadalupe, flores y velas en símbolo de respeto y devoción.
Niños vestidos de Juan Diego también fueron parte del folclor en estas fiestas decembrinas, acudiendo en compañía de sus padres a la serie de celebraciones eucarísticas llevadas a cabo en este Santuario, que precisamente cuenta con la figura de quien fuera el primer testigo de la presencia de la Virgen en México.
"Tú que fuiste elegido por Nuestra Señora de Guadalupe como instrumento para mostrar a tu gente y al mundo que el camino del cristiano es uno de amor, compasión, comprensión, valores, sacrificios, arrepentimiento de nuestros pecados, aprecio y respeto por la creación de Dios", señala la oración a Juan Diego.
Al término de cada Eucaristía el presbítero José Rogelio Cano López acudió entre los fieles católicos con la Reliquia de la Tilma del ayate de Juan Diego, donde, según la tradición católico, quedó plasmada la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Asimismo, el Santuario de la Congregación de Nuestra Señora de Guadalupe llevó a cabo su tradicional kermés donde se pudieron degustar de platillos típicos mexicanos, así como artículos religiosos, cuya recaudación será destinada para la restauración del mismo edificio.
Las celebraciones eucarísticas se realizaron desde las cinco de la mañana y hasta las ocho de la noche, siendo 14 actos religiosos donde los fieles estuvieron presentes en honor a la Virgen, concluyendo con las mañanitas de diez de la noche a 12:30 de la madrugada.
Según la tradición oral, la historia de la Virgen de Guadalupe comienza a aparecerse en cuatro ocasiones a Juan Diego Cuauhtlatoatzin en el cerro del Tepeyac. Hubo varias apariciones de la virgen de Guadalupe en las que solicitó a Juan Diego que visitara al obispo para pedirle que erigiera un templo en su honor.