El gobernador del estado de Querétaro, Mauricio Kuri González en compañía del comandante de la decimoséptima Zona Militar, Julio Cesar Moreno Mijangos encabezaron la destrucción de 222 armas de corto alcance y otras 69 armas de alto calibre como parte del programa de destrucción de armas de fuego que realiza la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).

Estás armas de fuego fueron decomisadas por la Sedena; sin embargo, varias de ellas fueron entregadas de manera voluntaria por los propios ciudadanos, lo que fortalece el tejido social en busca de un ambiente de paz y que deje a las armas de fuego lejos de los hogares de las familias queretanas.

El general de la decimoséptima Zona Militar, comentó que según datos de la Sedena, sólo el 3% de los mexicanos cuentan con un arma de fuego debidamente registrada, sin embargo, aseveró que existen más de 200 mil armas que entran de manera ilegal al país, de las cuales provocan que el 70% de los homicidios en el país se vea involucrada un arma de fuego.

"Este programa de destrucción de armas nos ayuda que se combata la inseguridad con la cooperación de la ciudadanía, hoy más de 200 armas serán destruidos, armas que fueron aseguradas por el ejército y que también fueron entregadas de manera voluntaria por los ciudadanos", mencionó.

En su participación, el gobernador del estado de Querétaro, señaló que con ayuda de los tres poderes y la propia ciudadanía se busca sustentar y prevalecer la paz, asegurando que por cada arma de fuego fuera de las calles y de los hogares, se asegura que una persona no viva con miedo.

"Por cada arma de fuego que hoy se destruye, es una persona menos que vive con el miedo de tener una o ser agredido con una, es darle paz a los ciudadanos de que en Querétaro hay seguridad", mencionó.

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Durante el evento, los elementos del Ejército Mexicano explicaron el protocolo para poder destruir las armas de fuego, primeramente, se clasifican por modelo y calibre, se les toma una fotografía y posteriormente de asegurarse, se manda a la zona donde se destruyen con ayuda de una sierra eléctrica, una vez que son cortadas, estas pasan a ser quemadas hasta convertirlas en cenizas.