En Querétaro, las colonias Tejeda, San Pablo, San Sebastián, Jurica y San Francisquito destacan por la alta incidencia de presencia de gatos ferales. De acuerdo a Karla Ledesma, fundadora de la asociación "Adopta, Salva un Gatito", se registraron poco más de 100 casos entre septiembre de 2023 y febrero de 2024 en estas áreas.
Ledesma explicó que durante el período de septiembre de 2023 a diciembre de 2023, se atraparon 58 gatos ferales como parte de un programa Atrapar, Esterilizar, Regresar (TNR, por sus siglas en inglés) implementado por su asociación para fomentar la integración de la comunidad en el cuidado de estos animales.
En el año en curso, se continuó con este programa, además de ofrecer un servicio de renta de trampas para que los residentes puedan contribuir a la esterilización de los gatos ferales en sus áreas. Desde el 15 de enero de 2024 hasta el 2 de marzo del mismo año, se han capturado 24 gatos ferales, junto con 19 gatos que fueron atrapados mediante el uso de trampas de renta.
"En 2023, del 1 de septiembre al 31 de diciembre fueron 58 gatos ferales los que se atraparon, porque lanzamos un programa de TNR, que es un servicio para que las personas se integren. Este año, del 15 de enero de 2024 al 2 de marzo llevamos 43 gatos ferales en total, que son como 101 gatos en 8 meses. Las colonias con mayores casos son Tejeda, San Pablo, San Sebastián, Jurica y San Francisquito".
La presencia de gatos ferales en la ciudad se atribuye principalmente al abandono y la falta de esterilización, lo que ha provocado una proliferación descontrolada de estos animales. Los gatos ferales, al volverse ariscos, buscan refugio y comida en lugares como escuelas y fraccionamientos, donde son alimentados por personas con buenas intenciones.
Sin embargo, este gesto, según Ledesma, contribuye a su aumento y dificulta su manejo, ya que su captura y cuidado requieren recursos económicos considerables. Asimismo, destacó la importancia del método TNR, ampliamente utilizado en Europa, pero lamentó la falta de información y apoyo por parte del gobierno de Querétaro en la implementación de este método.
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"Es crucial comprender que los gatos ferales no representan una amenaza para las personas, a diferencia de los perros ferales, que pueden ser más agresivos en grupo. Los gatos suelen huir de las personas", explicó Ledesma, quien además señaló que este tipo de métodos, como el TNR, se aplican, debido a que los gatos ferales difícilmente se pueden domesticar, por lo que resulta en la mejor opción.
Un gato feral es un gato doméstico que ha vuelto a su estado salvaje o ha nacido y crecido en estado salvaje, sin contacto o dependencia directa de los seres humanos. Estos gatos suelen ser descendientes de gatos domésticos abandonados o perdidos que se han adaptado a la vida independiente en la naturaleza.