El Día de la Madre tiene un renglón que no podemos negar y es el de todas esas mujeres que sufren a causa de sus hijos desaparecidos o que han sufrido cualquier tipo de violencia, quienes dan a la sociedad un ejemplo de fortaleza, señaló Martín Lara Becerril, vocero de la Diócesis de Querétaro.
"A todas estas mamás que uno piensa que estas cargas las debilitan, son ellas quienes dan un gran ejemplo de fortaleza en la lucha de ellas mismas, de buscar a sus hijos desaparecidos, de ellas mismas al instar a las autoridades, de poner su propia vida, son ellas un gran ejemplo", indicó.
Al recordar a este sector poblacional, Lara solicitó a las madres que "unan su sufrimiento a la cruz de Cristo" y encuentren en la fe un motivo de paz y de esperanza ante las injusticias en el mundo, además de seguir luchando, siendo un ejemplo de fortaleza ante la sociedad.
"Porque María estuvo al pie de la cruz mirando a su hijo en medio del dolor cómo agotaba sus fuerzas. María vio cómo su hijo era descolgado y puesto en el sepulcro y por eso pedimos a las mamás que unan su dolor para que este sea uno redentor, salvífico, unido al dolor de Cristo y de la Virgen", dijo.
Refirió que la lucha de las madres que solicitan justicia es de reconocer, además de que socialmente otorga esperanza a las personas que se encuentran en situaciones similares; "sé que las madres hacen esas acciones porque tienen esperanza de encontrar a sus hijos y la esperanza muere al último".
Sobre el Día de las Madres en general detalló que la madre es un símbolo y figura importante dentro de las familias, pues es con ellas que hay vida, principio fundamental de la Iglesia Católica, por lo que aprovechó para felicitar a todas las madres en su día.
"Ellas tienen una importancia capital en la familia y aprovechando el 10 de mayo nosotros lo hacemos de una manera festiva para reconocer a las mujeres su maternidad, su aspecto educativo y reconocer de la mujer su gran valor religioso, que son los tres puntos que resaltan de una madre", manifestó.
Finalmente, detalló que en reconocimiento de su figura, en las iglesias y parroquias de la entidad orarán por las madres vivas y difuntas, "reconociendo su papel y el gran valor que tienen en la familia, en la sociedad y en la Iglesia Católica. Que Dios las bendiga y que les de fortaleza".