Los trastornos de la conducta alimentaria son padecimientos que inician con el miedo a subir de peso y la percepción de su imagen; y una conducta de riesgo de padecerlas son las dietas, señaló el psiquiatra especialista del Centro Estatal de Salud Mental, Jesús García Rizo.
Tan sólo en 2019 en el Centro Estatal de Salud Mental fueron atendidas 250 personas con este tipo de trastornos, siendo los principales la bulimia nerviosa, anorexia nerviosa y los no especificados.
De acuerdo con la secretaría de Salud del Estado en todo el año atendieron 17 nuevos pacientes y 233 que fueron consultas subsecuentes.
Entre los tipos de trastornos a los que se les brinda la atención están anorexia nerviosa, anorexia atípica, bulimia nerviosa, bulimia atípica, otros transtornos alimenticios, y transtornos alimenticios no identificados.
En tanto, el especialista señaló que más que un incremento en este tipo de conductas, a nivel estatal han tenido más sensibilización con el tema para identificar a quienes lo padecen, ya que no había una estrategia integral.
Refirió que las personas no llegan a atenderse directamente por problemas con la conducta alimentaria, sino por las consecuencias de las mismas como calambres, gastritis, desmayo, caída del cabello, depresión, ansiedad, entre otros; aunque a veces no se da seguimiento.
Explicó que pueden identificarse a las personas con estos padecimientos cuando tienen cambios constantes de peso o varios de los aspectos de su vida giran entorno a la comida, el peso o la imagen corporal.
“Comentarios hacia su figura o hacia la de los demás, es una persona que puede tener un problema alimentario y que no está consciente de ello”, aseveró.
Refirió que las personas tienen miedo, alteración de las percepciones de su imagen que están relacionados con el autoestima, y la dinámica familiar; lo que genera situaciones imaginarias casi como alucinaciones.
“Por eso la atención debe ser con especialistas de la conducta, las emociones, y un psiquiatra, y especializados en trastornos alimentarios”, subrayó
Recalcó que los nutriólogos no hacen el diagnóstico de este tipo de padecimientos sino que deben acudir con algún especialista en la conducta como psicólogos y psiquiatras, y después en el tratamiento se requiere el apoyo de los especialistas de la nutrición.