La Diócesis de Querétaro asumirá todos los puntos que se establezcan para evitar el abuso sexual dentro de la iglesia y aplicarlos conforme al Derecho canónico, además que iniciará un trabajo de educación para prevenir estos casos, anunció el vicario Martín Lara Becerril.
Puntualizó que quienes forman la Iglesia “Nos reconocemos pecadores” y luchan contra sus debilidades, pero advirtió que se enfrentan enemigos “Físicos, de pluma y de boca” que lanzan una acusación tras otra de pederastia para desacreditar el trabajo misionero.
Sin embargo, sostuvo que en Querétaro este efecto “No ha sido impactante ni menos devastador”, aunque la Diócesis se apresurará a tomar medidas y asumir todos los puntos para proteger a las niñas, niños y adolescentes e impedir que sean víctimas de cualquier abuso.
Ante las propuestas del papa Francisco de proteger a la infancia e impedir que sean víctimas, mejorar los criterios de selección para seminaristas y jamás encubrir o minorizar un abuso, el vicario subrayó que todos los acuerdos se asumirán “De manera íntegra y se pondrán en práctica de inmediato”.
“Vamos a esperar los protocolos generales, pero evidentemente lo que de entrada parece una cosa clara es que tiene que haber una comisión de escucha, para atender todos estamos temas. Se tienen que seguir todos los procedimientos jurídicos canónicos que marca la Iglesia, aunque ya hay protocolos y serán renovados integrados en un marco legal más amplio”, expresó.
Resaltó que lo novedoso es la educación preventiva, “Va a ser una cuestión muy bonita y va a ser el reto de todos, el que esta comisión que promueva la prevención del delito, creo que va a ser fundamental y ahí vamos a apostar todas las fuerzas”.
Martín Lara sostuvo que la Iglesia católica “Ha tenido innumerables enemigos: forma física, enemigos de pluma, por medio de escritos y enemigos de boca, es decir, una acusación tras otra, tras otra”.
“Estos últimos años, a raíz de estos casos de pederastia se ha hecho una ola muy grande de acusaciones a la Iglesia católica en general para desacreditar su trabajo misionero, para opacar el bien que la Iglesia ha hecho al mundo. Si son injurias hay que perdonar las injurias y hay que seguir adelante, si son verdades, hay que asumirlas con humildad y remediarlas. Estamos muy acostumbrados a remar contra corriente”, expresó.
Dijo que a pesar de las acusaciones, los fieles católicos están muy fortalecidos así que las acusaciones mundiales no tienen un efecto impactante ni devastador”.
