Francisco Gavidia Arteaga, párroco de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, urgió a no ver a Dios como a un amuleto, pues quien quiera acercarse a él debe hacerlo a través de la eucaristía.
Lo anterior al oficiar la misa dominical, en la que explicó que sólo quienes se acercan a Dios a través de la eucaristía pueden ser rescatados de las tinieblas, punto en el que apremió a los a aprovechar el periodo de cuaresma para analizar la luz y sombra en la que cada persona se encuentra, así como las condiciones que, en ese sentido, se hallan sus familias.
Comentó que los católicos, al encontrarse a alguien que vive en las tinieblas deben ayudarle a acercarse a Dios, pero no condenarlo y mucho menos amenazarlo con que Dios lo hará, pues dijo, Dios nos ama, nos quiere salvar, al igual que a nuestro país y que es en agradecimiento al amor de Dios que cada individuo tendrá el deseo de portarse bien.
Con motivo del cuarto domingo de cuaresma, urgió a no avergonzarse de Dios, punto en el que recordó el evangelio de San Juan, en el que se narra cómo Nicodemo se acercó a Jesús en secreto y tuvo un profundo diálogo con él sobre temas relevantes, por ser a las que se enfrentaba el pueblo, como las carencias, violencia y hambre. Esa profunda reflexión, continuó, Nicodemo la mantuvo en secreto por trabajar en el gobierno.
Dijo que Nicodemo dio la cara por Jesús hasta que tras la crucifixión solicitó al gobierno que el cuerpo fuera entregado, para que pudiera dársele sepultura.
También lamentó que particularmente son muchas las personas que quieren pedir el apoyo de Dios para salir de las problemáticas en las que viven, como lo son las adicciones pero que, al tratar de orientarlos, no quieren poner de su parte para salir de dicha situación e incluso rechazan invertir tiempo para acercarse a Dios.
Por último, resaltó que todo aquel que actúa en la luz evitará esconder sus acciones, pues tendrá gusto de mostrar que sus obras están hechas conforme a la ley de Dios.