Fisuras, grietas y fracturas que ponen en riesgo la estabilidadde las viviendas, son algunos de los problemas que ocasiona laconstrucción de fraccionamientos sobre suelos expansivos. Estosmateriales son suelos arcillosos volumétricamente inestables enpresencia de agua, cuya característica principal es que las placasarcillosas experimentan grandes incrementos de volumen cuando sehumedecen, por ejemplo, durante una lluvia intensa o bien por fugasen los sistemas de agua potable o drenaje.
Generalmente, estos suelos expansivos se encuentran en losalrededores de las zonas que tuvieron actividad volcánica, como enel caso de la Zona Metropolitana de Querétaro en cuya cercanía seencuentra el extinto volcán Cimatario, explicó el Dr. EduardoRojas González, catedrático investigador de la Facultad deIngeniería (FI) de la Universidad Autónoma de Querétaro(UAQ).
El Dr. Rojas González encabeza un proyecto de investigaciónpara diseñar una alternativa de cimentación que sea económica ysegura para este tipo de suelos, con el objetivo de reducir oerradicar los problemas que causa el cambio de contenido de aguadel suelo sobre las estructuras, ya que al expandirse o contraerse-dependiendo de la humedad que absorba- ocasiona daños en lasconstrucciones que pueden poner en peligro la integridad de sushabitantes.
“Las constructoras locales saben dónde se localizan lossuelos expansivos y tratan de evitarlos o bien utilizan técnicasde construcción especiales. El problema más grave surge con lasconstructoras foráneas que carecen de información sobre elcomportamiento de estos suelos. El desconocimiento de estosmateriales, y el no asesorarse con un especialista en geotecnia queconozca el comportamiento de estos suelos ocasiona que hayaproblemas en las viviendas y se generen una gran cantidad dedemandas”, señaló el académico universitario.
Recientemente, explicó el investigador, se ha utilizado latécnica de presaturación, que consiste en inundar el suelo ysaturarlo permitiéndole que se expanda hasta su máximo potencial,tratando de mantener la condición de saturación de suelo a lolargo del tiempo. Esto evitaría los cambios volumétricos, por loque, en teoría, no se tendrían daños en la estructura en ningúnmomento.
Sin embargo, esta técnica presenta varias desventajas como queal paso del tiempo, el suelo busca su equilibrio y filtra lahumedad, con lo que de todos modos se presenta el cambio devolumen. Asimismo, existe el método de sustitución del materialexpansivo; aunque, de acuerdo con el Dr. Eduardo Rojas, esto puederesultar muy caro cuando el espesor de las capas de suelo sonsuperiores a dos metros, como en el caso de Jurica donde existenestratos de hasta de ocho o nueve metros. Ante esta problemática,el Dr. Rojas y el Dr. Jaime Orta Rangel desarrollan, junto conalumnos de la Maestría en Geotecnia, una metodología basada en latécnica del elemento finito, en donde se simulan la construcciónde una estructura sobre un suelo expansivo y su posteriorhumedecimiento. Esto permite probar diversas técnicasconstructivas para determinar cuál es la mejor manera de construiruna estructura ligera sobre estos materiales. “Estamos buscandouna alternativa económica y que sea 100 por ciento segura, através de un modelo matemático de esfuerzos efectivos, queactualmente no existe en ninguna parte del mundo”, indicó el Dr.Rojas, ganador del Premio Alejandrina 2016 que entrega la UAQ ainvestigadores destacados.
El Dr. Eduardo Rojas manifestó que a la par del desarrollo deesta cimentación también impulsa la inclusión en el Reglamentode Construcción de la figura de un Perito en Mecánica de Suelosque deberá ser especialista en Geotecnia y que será elresponsable de la seguridad de la cimentación de cualquier tipo deestructura y durante toda vida útil.