Este año constructores queretanos optarán por construir inmuebles más pequeños a precios más elevados, derivado del incremento en los precios del acero, de entre el 10% y 20%, y del concreto, que se prevé que sea del 13%.
Subrayan que el precio de los inmuebles, aunque se erijan en menor superficie, tendrá un aumento del 15% anual ante un alza promedio del 20% en los insumos.
La carestía comenzó en 2020 y en el caso del acero fue gradual, pero de aproximadamente 30% al final del año, mientras que el costo del cemento aumentó dos ocasiones, con un alza general de 15%.
Tanto Oscar Hale, secretario general de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) y empresario del Bufete de Ingenieros Civiles Especializados (BICE), como Sergio Camacho, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles, coincidieron en señalar que aún no han recibido reportes de incrementos al precio del cemento, no obstante de las acereras sí hay información de que pudieran tener un incremento de entre 10 y 20%.
La Cámara Nacional del Cemento –aseguran- no ha informado sobre alzas al precio, solo hay previsiones de que sería del 13%, porque aún no se genera el cambio de manera oficial y los precios que rigen en el mercado aún son los del año anterior.
“De darse así, significaría un impacto muy fuerte para la industria de la construcción, porque la industria del cemento tiene enorme participación en la economía en general, participa con un punto en el PIB y es esencial”, apuntó Sergio Camacho.
A pesar de la pandemia por Covid-19 –indicó- sus números no dejan de crecer sus ventas, que el año anterior fueron de alrededor del 2%, aunque fue menor al esperado, “se espera entonces un impacto en el cemento, como en las concreteras”.
Oscar Hale aludió a los dos aumentos del cemento registrados en 2020, aunque declaró que no fueron tan altos en comparación con los aplicados por empresas acereras, que suben el material cada mes. Calculó que este año el alza de aceros de perfiles estructurales y los corrugados puede ser de los 16 mil pesos a los 18 o 19 mil pesos por tonelada, “hablando del precio al mayoreo, al menudeo estaría sobre los 20 mil pesos, lo que impactaría para los proyectos”.
“Esto aumenta no porque haya mucha demanda, sino más bien porque no hay fabricación de acero a nivel mundial; Estados Unidos y China consumen acero de lo que es chatarra o acero nuevo y México depende de los suministros del extranjero y las producciones bajaron 70%. Incrementa por falta de oferta”.
Analizó que al sector de la construcción le pega además la disminución de inversiones, que si tenían considerado hacer una casa de 100 metros cuadrados se tendrá que ajustar a 80 metros cuadrados. El inversionista tendrá que hacer menos construcción con la misma cantidad de dinero.
“Al final la inversión será la misma, pero lo que impacta de manera directa es en los contratos ya firmados y eso sí nos asfixia en los contratos firmados o que estén en proceso de ejecución… ahí no se pueden hacer consideraciones”, lamentó.
Reconoció que impactan las alzas tanto del acero como del cemento, dado que son los más utilizados en la industria de la construcción, tanto en el aspecto de urbanización como de edificación, pues representa casi el 30% del costo total de la obra; lo demás está en la mano de obra y otros indirectos.
“Si cada uno sube 20% estamos hablando de un aumento –a la obra- que puede ir de un 5% o 6% del total del costo de la obra que si uno alcanza a cerrar un contrato antes del alza de precios, ese sacrificio se viene directamente a la utilidad de la constructora; si uno cobra entre un 8 y 10% de utilidad, los aumentos los absorbe uno que es entre un 3 y 4% de tu costo; es decir se va un 50% de tu utilidad en las alzas”.
AJUSTE INFLACIONARIO
El líder del Colegio de Ingenieros Civiles expresó que las obras privadas van a su propio ritmo y que e 2021 a los inversionistas les resultará conveniente iniciar sus proyectos con los permisos y autorizaciones que tengan de manera inmediata.
“Esperemos que estos aumentos en los precios no generen una ola de ajuste inflacionario, que puede ser parte de las consecuencias y efectos de la pandemia”.
En tanto, Oscar Hale señaló que el poder adquisitivo en la industria de la construcción cada vez es menor porque muchos de los insumos van más allá de la inflación.
“En Querétaro la disminución de obra pública por los cambios de gobierno en los órdenes estatal y municipales hará que las cajas de finanzas cierren y los proyectos que se hagan se van a tener que aplicar en muy buen tiempo, desde este mes para que se trabaje de acuerdo a lo que marcan los tiempos”.
Concluyó que no será un año fácil porque seguimos con un gobierno federal que no apuesta a la industria de la construcción, sobre todo para las pequeñas constructoras, dejemos de lado a las medianas y las grandes.