“Tener prejuicios u odio por razones de sexo, edad, discapacidad, nacionalidad, diversidad sexual, condición económica, raza, entre otros, esta muy naturalizado en nuestras sociedades latinoamericanas. Esta naturalización conlleva altos grados de impunidad causada por patrones culturales presentes en diversas instituciones sociales, siendo una de estas el sistema de administración de justicia.
Muchos estados de la región latinoamericana no han tipificado estas formas de violencia como hechos delictivos, lo que trae como consecuencia la impunidad o la desvalorización del daño ocasionado. Esta falta de tipificación del delito conlleva que la persecución penal en estos casos tenga graves deficiencias y pasen en ocasiones inadvertidos para la administración de justicia. Todo ello tiene efectos directos en las víctimas que naturalizan los hechos y no ejercen su derecho a acusar a quienes les han causado un daño. Estas circunstancias empoderan a las personas perpetradoras, generando mayor violencia y dolor contra las poblaciones discriminadas”
Así empieza el “Protocolo de Investigación de crímenes motivados por prejuicios y odio contra la población LGBTIQ”, cuyos autores son el master Rodrigo Jiménez Sandoval, jurista defensor de las personas en condiciones de vulnerabilidad y el psicólogo-criminalista Gabriel Álvarez. Este maravilloso protocolo de 54 páginas establece una ruta para dilucidar si un crimen es de odio y prejuicio o no.
Esto viene a colación debido al asesinato de Héctor García el 21 de junio de 2022 en la colonia Carretas de la ciudad de Querétaro. Héctor fue un maestro del estilismo muy conocido y querido en la ciudad. Su crimen conmocionó a sus alumnas y alumnos y sobre todo a la comunidad LGBTIQ+, que súbitamente despertó de la alegría con la que más de diez mil personas habían celebrado la 6ª. Marcha de Orgullo y Dignidad tan sólo tres días antes.
El 29 de junio de 2022, en mi calidad de vocero del Frente Queretano por el Derecho a la No Discriminación y el Estado Laico junto a otras personas activistas de los DDHH, tuvimos una reunión con autoridades de la Fiscalía de Querétaro en la Defensoría de Derechos Humanos, allí expresamos el requerimiento de que dicho asesinato se investigara bajo un protocolo de crimen de odio y no se diera carpetazo con la vieja táctica del “crimen pasional” ya que Héctor fue asesinado en su academia con lujo de violencia, era una persona muy conocida en la comunidad LGBTIQ+ queretana y además fue asesinado en el mes del orgullo LGBT y en la misma fecha del asesinato en 2005 del activista de la Diversidad Sexual Octavio Acuña. Varios de esos hechos, son considerados elementos indicativos de violencias por odio a la comunidad LGBTIQ+ en el protocolo antes mencionado.
Grande fue nuestra sorpresa cuando el 5 de septiembre de 2022 salieron varias notas periodísticas sobre el asesinato sin resolver de Héctor García a casi tres meses de ocurrido, y a pregunta expresa de la prensa de si era posible investigarlo como un crimen de odio, el fiscal general de Querétaro, Alejandro Echeverría Cornejo contestó: “Se investiga como se tiene que investigar: homicidio doloso”.
Y el 13 de septiembre de 2022, la prensa reportó que al gobernador Mauricio Kuri le extraña que la Fiscalía de Querétaro diga que el asesinato de Valentina Vázquez fue un homicidio calificado, ya que para él en lo personalísimo es un feminicidio; de igual modo a muchas personas de la comunidad LGBTIQ+ queretana nos extraña que la misma Fiscalía diga que el asesinato de Héctor García se investiga como un asesinato doloso y no se investigue bajo un protocolo de investigación de crímenes de odio.
Esperamos tener una pronta reunión con la Fiscalía en la Defensoría de Derechos Humanos, para entregarles una copia del Protocolo de Investigación de crímenes motivados por prejuicios y odio contra la población LGBTIQ y que como dice en su página quince, se pueda facilitar la investigación para determinar si la conducta conforme al elemento subjetivo del delito fue motivada por el odio o prejuicio contra las personas LGBTIQ y poder de esa manera a evitar la impunidad y que quien imparta justicia sancione como corresponda.
