Comprar un dron es tan fácil como registrarse en una plataforma de ventas y elegir el que mejor convenga. Desde 645 pesos se puede adquirir un artefacto con cámara en resolución 4K y wifi para tomar fotos y videos.
Sin más requisitos que disponer de una forma de pago que garantice la liquidación de la compra, la adquisición de drones está abierta para cualquiera y para todas las necesidades. Desde la simple diversión por volarlo, objetivos profesionales, incluso hasta deportivos.
Porque ya no son artículos de lujo inalcanzables. A menos que se quiera uno con especificaciones muy precisas para actividades como la producción profesional de cine, como el DJI M30T Edición Universal que cuesta 260 mil 780 pesos, con cámara RGB 45 MP y alcanza hasta 15 kilómetros de transmisión, o el DJI Matrice 300 TTK Edición Universal con precios de 185 mil 717 pesos, compatible con diferentes cámaras e inspecciones inteligentes.
Junto a ellos, están los económicos, con precios por debajo de los 2,500 pesos y que ofrecen cámaras HD con visión 4K y hasta 8K, fáciles de manipular, con tiempos de vuelo limitados a un máximo de 30 minutos, que incluso cuentan con reconocimiento automático de gestos para tomar fotografías y función de luz nocturna.
Además, están los llamados nano drones, los más pequeños en la cadena y tan pequeños y compactos que caben en la palma de la mano, como el Silverlit Nano Spy, un pequeño helicóptero con cámara con resolución de 640 x 480 con la que puede tomar video y fotografía, las cuales captura en una tarjeta micro SD, ya que no cuenta con la función de transmisión vía wifi, pero su precio es de 1,937 pesos.
En el universo de los drones, están los comerciales, que permiten tener grabaciones estándar en calidad 4K, con batería de larga duración que lo sostiene en vuelo durante 30 minutos, pero que transmite vía wifi descargando la aplicación directamente al celular, por 907 pesos.
Si bien algunos son compras internacionales, que obligan un tiempo de espera de hasta un mes para la entrega, no es necesario pagar costos de importación, ni hacer registros o pedimentos en los que el adquiriente tenga que aportar sus datos generales.