Los empresarios del bar “Feroz”, que fue clausurado, pagarán para reabrir hasta 314 mil 853 pesos en multas, monto que corresponde a 2 mil 900 Unidades de Medida y Actualización (UMAs) luego de la clara presentada el fin de semana por no contar con la reglamentación necesaria para operar.
De acuerdo con el secretario de Gobierno del Municipio de Querétaro, Martín Arango, pese a que el establecimiento tiene licencia de funcionamiento se podría dar una sanción de hasta 2000 UMAs en la Dirección de Inspección.
Además, otras 900 UMAs por incumplir normativas de Protección Civil. Al momento la UMA equivale a 108.57 pesos.
El funcionario explicó que la clausura impide a los propietarios ingresar al establecimiento para realizar cualquier tipo de actividad. No obstante, la medida es temporal, ya que una vez que los dueños paguen las multas correspondientes podrían retomar sus actividades.
"Se realizó una clausura total del establecimiento. La suspensión de actividades no permite la continuidad de operaciones, pero debido a las inconsistencias encontradas, esta clausura tiene carácter temporal", explicó.
El secretario de gobierno municipal detalló que el cierre se debió a la falta de cumplimiento de normativas de seguridad, incluyendo la falta de un plan de emergencia y constancias de capacitación, según lo establecido por el reglamento de Protección Civil municipal.
Las multas que enfrentan los propietarios del antro pueden alcanzar hasta las 2,900 Unidades de Medida y Actualización (UMAs), con 2,000 UMAs por la multa de la Dirección de Inspección y 900 UMAs por incumplir las normativas de Protección Civil.
"Por parte de Protección Civil se impuso una multa por no presentar al momento de la visita el visto bueno, el plan de emergencia, ni las constancias de capacitación", señaló Arango.
Enfatizó que es responsabilidad de los dueños del negocio cumplir con las medidas de seguridad para evitar el ingreso de armas al establecimiento y garantizar la seguridad de los clientes.
"Las revisiones a los establecimientos son continuas y constantes. Todos los antros y bares deben cumplir con un plan de seguridad que incluya la revisión de los asistentes para evitar que ingresen con armas de fuego", añadió.
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Arango confirmó que el negocio contaba con la licencia municipal de funcionamiento vigente, así como con la licencia estatal para la venta de alcoholes. Sin embargo, aclaró que el establecimiento no podrá reabrir hasta que los propietarios subsanen las irregularidades y cumplan con los requisitos establecidos.
"Quiero reiterar que esta es una medida de seguridad, ya que además de no presentar los documentos requeridos, la Fiscalía también está llevando a cabo diversas diligencias", concluyó.
