El ombudsman niega acoso laboral

Patricia López Núñez

  · miércoles 30 de noviembre de 2016

Acepta demandas laborales, pero ignora las causas. (Foto: Archivo/DIARIO DE QUERÉTARO).

Ante las denuncias de acoso laboral contra trabajadoras de laDefensoría Estatal de los Derechos Humanos, el ombudsman MiguelNava dio a conocer a DIARIO DE QUERÉTARO la manera en laque trabaja este organismo: guardias para garantizar atención las24 horas los 365 días del año, prestaciones superiores a las degobierno del estado y el doble de sueldo que otra dependencias,exámenes sorpresa de conocimientos y “equidad” para garantizarque las embarazadas trabajen al mismo ritmo.

Al negar una situación de acoso a mujeres trabajadoras en esteorganismo, Miguel Nava reconoció que hay 15 demandas laboralescontra la Defensoría, en su mayoría de mujeres, pero dijo ignorarlas razones por las que ellas “deciden irse”, sobre todo porquea muchas les “ofreció” oportunidades de trabajo y “son, paramí, malagradecidas”.

Aclaró que las mujeres embarazadas deben sumarse al rol deguardias “virtual”, como el resto de los trabajadores, queimplica trabajar de noche, madrugada, fines de semana o díasfestivos “por una cuestión de equidad de género” , Y paraasegurarse de que los servidores públicos tienen la capacidadsuficiente, él mismo los cita a cualquier hora para un examensorpresa de conocimientos.

Miguel Nava admitió que sí hay 15 denuncias laborales en sucontra, la mayoría de mujeres, pero aseguró que a todas se lesliquidó y se les dieron oportunidades de crecimiento, perodecidieron demandar en un acto de “mal agradecimiento”, porquemuchas de ella estuvieron embarazadas y algunas “prácticamentetodo el embarazo estuvieron en incapacidad médica”.

Insistió que la única mujer embarazada y contratada bajo supresidencia “se fue porque lo pidió su jefa”, la visitadorageneral, por “falta de capacidad profesional”, porque nointegraba expedientes, ni elaboraba entrevistas. En el caso de otramujer, que inicialmente era su secretaria particular, se le nombróasesora desde que se embarazó sin dar más explicaciones.

En lo que lleva al frente de la Defensoría, sólo tres personasde un equipo de 15 decidieron quedarse cuando se obtuvo laautonomía. De ellas, sólo permanecen dos. Entre las razones quele dieron para irse del equipo citó las decisiones de poner su“propio negocio de tacos”, solamente por “cambiar”, viajara “España” o “ser mamá”.

A quien le avisó que se iba porque quería ser mamá “ledije: aquí hay muchas mamás, pero me dijo: no quiero trabajar”.Una más no quiso “ni terminar el año 2015, se quería ir desdeantes, le pagaron 600 mil pesos de liquidación y luego demanda”,afirmó, al agregar que “se van porque quieren”, aunque lesofrece el doble de sueldo que a los trabajadores de gobierno delestado y mejores prestaciones.

Defiende que las mujeres representan más del 65 por ciento delpersonal de la Defensoría y como parte de la “equidad degénero”, incluso las embarazadas deben cubrir un rol de guardiaque incluye los fines de semana, las madrugadas y los díasfestivos, porque así lo exige la ley, no dice “oye si tienes unhijo, un poquito menos, si tienes tres entonces otro poquito, si notienes hijos, entonces sí quédate”.

Insistió que a todo el personal se le exige disposición detiempo y conocimientos, de manera que en lo que va del año lesaplicó al menos dos exámenes sorpresa para permanecer en lospuestos de trabajo porque quien no lo pase, se puede ir.