La creencia en San Judas Tadeo, patrono de las causas perdidas, se encuentra arraigada en las poblaciones de barrios y colonias marginales, entre los que se encuentran los denominados "chacas", una subcultura mexicana que se caracteriza por su devoción a este santo y que suele dedicarse a delinquir o al uso de estupefacientes.
Colonias como San Pablo, Menchaca, La Piedad o Bolaños son referentes de esta fe en la que se encuentran cientos de personas, quienes peregrinan y acuden cada 28 de octubre a las distintas capillas de la entidad, toda vez que durante el novenario se reúnen para hacer oraciones y convivir, mientras llevan sobre sí medallones o figuras alusivas a San Juditas, como le llaman de cariño.
Maribel Galván tiene 33 años de edad y es habitante de la colonia Bolaños. Su creencia inició hace seis años cuando a su hijo le diagnosticaron leucemia, situación que provocó una serie de dificultades que la llevaron a solicitar alguna manda para que su hijo se recuperara, lo que consideró una bendición.
"Se enfermó a los seis meses. Le detectaron leucemia, lo internan y de ahí, pues obviamente una quiere ver a su hijo bien. De ahí surgieron muchas cosas porque, al momento que a mí me dan el diagnóstico eso fue un regalo porque en ese momento yo sentí que alguien me tocó el hombro y me pidió que escuchara, que todo iba a estar bien, que era vida", mencionó.
Añadió que esto la hizo tener una cercanía con San Judas, pues recuerda vestir al niño con el manto y otras prendas alusivas al santo, lo que para Maribel hizo que se recuperara pronto, pues ahora tiene nueve años de edad, "y ahora lo ve y está muy bien y de ahí le pedí a San Juditas que me ayudara".
Maribel sabe que dentro de esta creencia hay muchos estigmas y tabúes sociales que ven a los creyentes como personas peligrosas, principalmente por el lugar donde viven o las sustancias que consumen algunas de las personas creyentes, algo que para ella no tiene importancia, pues considera solo es una idea errónea de lo que implica su fé.
"En el mundo en el que trabajo, en restaurantes, para ellos es de "sí, son de Bolaños, puros marihuanos". Y sí, pues, fíjate que sí. Pero vas a ir a ver a San Judas como a ti te guste: bueno, borracho, marihuano, como tú quieras vivir esa experiencia, como tú quieras ir a darle gracias. Vamos, si yo soy prostituta y así voy a ir a darle gracias porque hasta ahorita estoy bien, pues cada quién, creo que es la mente de cada persona", indicó.
Para su hermana, Norma, quien también es creyente y vive en una casa hecha de lámina y madera, mencionó que su creencia en este santo inició desde que tiene uso de razón, quien también manifestó que cada persona vive como desea y que el hecho de que consumen alguna droga o delincan es solo un prejuicio, pues no todos son así.
"Pues yo digo que es bonito de esas personas que, aunque anden en el vicio, anden en sus cosas, son devotas a él. Es su devoción de cada quién y es mejor no burlarse de esas personas. Tú crees en lo tuyo y yo creo en lo mío y yo no tengo porqué meterme, como la gente que cree en la Santa Muerte y todo eso", reflexionó.
Asimismo, vecinos como Ana María y Mauro Arteaga, vecinos de Norma y Maribel, hacen reuniones afuera de su casa, donde resguardan algunas figuras de San Judas Tadeo en una pequeña capilla, además de contar con una figura de más de un metro dentro de su casa, para quienes esta creencia es parte importante de sus vidas, independientemente del tabú que hay detrás.
"Yo prácticamente, creía en la virgen, en Dios, pero ya conocí a mi esposo, llevo siete años con él y, a partir de cuatro años, él me ha inculcado sobre lo de San Juditas. Y ya aquí le hacemos su novena; vienen los vecinos", señaló Ana María, al tiempo que menciona que pide por su esposo y familia, así como la gente que los acompaña en estas fechas importantes para la comunidad.