Ser madre trabajadora ha sido gratificante pero difícil para Claudia Berenice Arzate Silva, principalmente por los cambios de horarios que tiene que cumplir en su labor diaria como oficial de Movilidad.
Combinar su trabajo con las responsabilidades en casa ha requerido de mucha organización, constancia y disciplina, pero principalmente de la motivación que le inspira ser un buen ejemplo para su hijo Nicolás, de 8 años.
"Tengo un pequeño que me apoya en el rol de cambio de horarios aquí dentro de mi función, ha sido complicado sobre todo poner en práctica esta organización en los tiempos como mamá, como mujer, como empleada", comentó.
Con una Licenciatura en Derecho, hace 5 años, cuando su hijo tenía apenas 3 años de edad, Claudia Berenice ingresó a la Secretaría de Movilidad como alternativa para desarrollarse profesionalmente.
Cuando tiene el turno matutino, de 5 de la mañana a la 1 de la tarde, ella se levanta temprano para organizar el desayuno y dejar todo preparado para la escuela de su hijo, para posteriormente salir a trabajar.
Y cuando tiene el turno de la tarde, que es de 1 de la tarde a 9 de la noche, lleva a su hijo a la escuela, prepara comida y lo recoge a la salida; siendo el turno más pesado porque es cuando casi no conviven.
“Es la parte del sacrificio dentro de mi función”, explica. "Cuando llego a casa al término de mi turno, en la mañana o en la noche, que salgo ya hasta las 9 de la noche, es hacer tareas, comida, ver uniformes, alguna actividad o alguna necesidad que requiera mi hijo", mencionó.
Claudia Berenice tiene 43 años de edad y no ha estado sola, pues cuenta con el apoyo de sus padres para salir a trabajar y tener la seguridad y tranquilidad de que su hijo estará bien cuidado. Además, cuenta con la fortaleza que le inspira ser madre y un orgullo para su hijo.
“Él está muy contento, siempre que salgo yo de casa, ya sea muy temprano o sea por la tarde, porque tenemos dos horarios, él siempre dice que está orgulloso de lo que hago, de la función que tengo, de lo que represento”.
Para ella todos los días son diferentes, ningún día es igual, tanto en su responsabilidad como mamá y en el trabajo; “mi hijo es una parte muy importante, él me motiva a seguir, siempre me espera con una sonrisa, y preguntarme cómo te fue, es un aliento muy importante”.
Para ser oficial de movilidad, Berenice pasó por un arduo proceso de capacitación, oficio en el que destaca la participación de las mujeres, pues hoy en día más del 60% de los oficiales de movilidad en Querétaro son mujeres.
Manejar el estrés, hacer ejercicio y mantener una actitud positiva, es parte esencial de esta labor, en la que reciben algunas molestias por parte de los ciudadanos, pero también agradecimientos. Además, de la complejidad que representa para algunos, ser mujer y autoridad.
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“Ha sido complicado, se ha ido trabajando día con día. Representamos una autoridad, somos mujeres, y a veces el ciudadano no reconoce esa labor importante que tenemos, regularmente reconoce más la labor del hombre”, comentó.