Estacionarse en doble fila, acompañando la infracción con el uso de las luces intermitentes, se ha convertido en una práctica habitual en las calles de la ciudad. Este comportamiento, aunque aparentemente inofensivo, genera problemas de movilidad y aumenta los riesgos viales.
Pese a su recurrencia, este hábito contraviene el Reglamento de Tránsito y puede tener serias repercusiones en la fluidez vehicular y la seguridad de los peatones y conductores.
De acuerdo con el artículo 88, fracción XII, del Reglamento para la Movilidad y el Tránsito del Municipio de Querétaro, estacionarse en doble fila está prohibido y es sancionado con una multa que va desde los 10 hasta los 20 UMAs, lo cual equivale a aproximadamente 2,171.40 pesos.
Además, el uso de las luces intermitentes no exime a los conductores de las responsabilidades que implica obstruir la vía pública. El reglamento establece que las intermitentes deben ser utilizadas en situaciones de emergencia y no como un justificante para infracciones de tránsito.
Consultado sobre el tema para Diario de Querétaro, el especialista en movilidad urbana por parte de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Martín Ocampo Jiménez, explicó que esta práctica afecta gravemente la fluidez del tráfico en las ciudades.
"Estacionarse en doble fila, aunque sea por unos minutos, genera cuellos de botella que incrementan los tiempos de traslado y, en ocasiones, provocan accidentes. El hecho de poner las intermitentes es solo una manera de normalizar un comportamiento que en realidad es peligroso", señaló.
Según Ocampo Jiménez, la falta de cultura vial es uno de los principales factores que contribuyen a la adopción de este tipo de hábitos.
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"Muchas personas lo hacen porque ven a otros hacerlo, y así se convierte en una conducta aceptada socialmente, pero es una infracción que tiene consecuencias. Afecta la movilidad de todos y, en un escenario más amplio, contribuye al aumento del tráfico y la contaminación", explicó.
El problema es visible especialmente en zonas con alta concentración de vehículos, como escuelas, oficinas y centros comerciales, donde es común ver largas filas de autos estacionados a mitad de la calle. La gente parece justificarse con la idea de que "es solo por unos minutos", sin considerar el impacto que tiene en el resto de los conductores, afirmó el experto.