Vecinos y comerciantes ubicados en las orillas del Río Querétaro enfrentan los malos olores del cauce, lo cual afirman que se ha incrementado en los últimos cinco años, pero sobre todo por las altas temperaturas registradas en los últimos días.
Agregaron que cada vez es más la basura arrojada; incluso, hasta animales muertos, al considerar que no se le da la limpieza y el mantenimiento adecuados, como anteriormente se hacía de manera más constante.
Vicente, quien atiende una cafetería sobre la Avenida Universidad, casi con calle Invierno, comentó que los lugares donde se venden alimentos tienen una afectación mayor, debido a que el olor se percibe al interior del establecimiento, lo que se muestra desagradable para los clientes que pueden tomar la decisión de no volver.
Carmen, una mujer que barría el exterior de su vivienda, dijo que el problema sobre el penetrante olor tiene cinco años o más, aunque agregó que ese no es el único y principal problema, sino que hay otros como el de la inseguridad.
Ejemplo de lo anterior, afirmó, son los asaltos que en ocasiones se cometen contra las personas que acuden a realizar ejercicio. “La gente ya no viene como antes, porque si venían a correr pues ya no lo hacen porque respiran un mal olor, y porque ahora hay quienes han sido víctimas de robos”.
Agregó que le ha tocado ver en varias ocasiones cuando la gente va y arroja bolsas de basura. “La mayoría de las personas que tiran basura y andan asaltando, son de las casas que están por el Mercado del Tepetate o la Antigua Estación del Ferrocarril”.
Gilberto, esperaba a una persona en una de las bancas, e igual hizo el comentario del mal olor que se percibía. “Y eso que es antes del mediodía y no hace tanto calor. Qué será más tarde, cuando el sol pega más fuerte”.
Expresó que anteriormente pasaba más por el lugar, pero que debido al cambio de rutina por su trabajo no lo hace de manera constantes, aunque aseguró percibir que el Río Querétaro “no es el mismo de antes, porque lo han descuidado, tanto la gente como las autoridades”.
El hombre, quien compartió ser programador en una empresa, recordó que sus padres le han platicado que en los ochentas era poco el flujo de autos y de gente. Ante esto, argumentó que es posible que el crecimiento de la ciudad sea uno de los factores por los que el agua del río esté en esas condiciones.
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En un recorrido realizado por Diario de Querétaro se observaron áreas en donde se aprecia basura arrojada, pero ante todo el mal olor es el que predomina casi en cualquier punto por donde pasa el agua verdosa que lleva algo de espuma sobre la superficie.
