A Miguel Flores, los Reyes Magos lo agarraron sin dinero, luego de las fiestas decembrinas, por lo que no tuvo otra alternativa que buscar financiar la compra de juguetes para sus hijos a través del Monte de Piedad. Para lograrlo, tuvo que empeñar las alhajas que había poseído durante 15 años.
Como cada año, son cientos de personas las que acuden diariamente al Nacional Monte de Piedad para completar el pago del Día de Reyes, enfrentando así la conocida "cuesta de enero". Esta celebración se destaca por ser una de las que más genera endeudamiento entre los habitantes de Querétaro.
"Es joyería de plata y oro la que vine a dejar. Regalos de parientes, algunos de mi papá, que en paz descanse. Hay que completar los Reyes, porque salen caros los juguetes, luego no hay dinero, hay que hacer pagos de todo y pues con esto es que mis hijos podrán mantener la ilusión".
Al igual que Miguel, son numerosos los padres que llegan al Monte de Piedad portando alhajas, artículos tecnológicos y relojes; según los empleados de la institución, estos son los objetos que más frecuentemente se empeñan.
"Pues mira, de este collar ya me dieron mil 500 pesos, que no es lo que vale, pero con eso se ayuda uno. Son cosas como esas las que se vienen a dejar, porque de otras, pues tampoco te dan mucho. Ni una licuadora ni las bicicletas o muebles te dan tanto".
Miguel, padre de dos niños de cinco y ocho años, planea utilizar los fondos obtenidos al empeñar sus pertenencias en este lugar para adquirir un proyector en forma de astronauta, una pista de Hot Wheels, juegos de construcción, junto con pelotas y dulces para sus hijos.
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Buscará recuperar los objetos empeñados, aún con los intereses y el IVA generado. En ese sentido, se tienen cinco meses para el pago del préstamo, mientras que en el caso de las joyas se puede refrendar antes de la fecha de pago y obtener hasta 20 meses para desempeñar los artículos.
"Quiero mis cosas de vuelta. Es la primera vez que empeño cosas así. Ya había yo empeñado otras cosas para sacarme de un apuro, pero nada más. Con estas son 15 años y les tengo un valor emocional. Si lo estoy dando es por mera necesidad. Me costó mucho empeñarlas, pero lo que hace uno por los hijos", concluyó Miguel Flores.