Vulnerable y en caída libre se encuentra la industria de la construcción en Querétaro con 50% de empresas sin trabajo, un decrecimiento cercano ya al doble dígito para este cierre de 2019 y la mayor caída en el valor de la obra pública contratada, con el 60.5%.
Derivado del estudio nacional de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, a la cual OEM tuvo acceso en exclusiva, a nivel local al CMIC reveló que Querétaro es el segundo estado con mayor desplome en valor de obra.
Al primer semestre de 2019, 18 de las 32 entidades federativas se encuentran en números rojos en la actividad productiva de las empresas constructoras.
Según los indicadores del Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción (Ceesco), nuestro estado con 60.5% de caída es el segundo lugar nacional, solo por debajo de Baja California Sur con el 78.2% en el periodo enero-junio de 2019.
Las causas principales de la crisis tienen que ver con la parálisis en la ejecución del gasto público y la incertidumbre de un escenario económico que ha provocado que la iniciativa privada tenga que posponer proyectos de inversión relacionados con parques y naves industriales además de desarrollos habitacionales, situación que finalmente ha llevado al sector en el estado a declarar el 2019 como un año perdido.
Además de enfrentar un panorama complejo para 2020, tomando en cuenta que la propuesta de Presupuesto de Egresos de la Federación, (PPEF), para obra pública del estado de Querétaro por un monto de mil 806 millones 745 mil 227 pesos, representa 4% de caída de recursos con relación a 2019 que fue de mil 812 millones 75 mil 606 pesos, en tanto que a nivel nacional el recorte previsto es del 6%.
De acuerdo a la propuesta de presupuesto, los principales rubros a atender el año próximo se refieren a proyectos de infraestructura social del sector educativo, así como la construcción de carreteras, reconstrucción y conservación de carreteras y conservación de infraestructura de caminos rurales y carreteras alimentadoras.
Con estos números, el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, (CMIC), Álvaro Ugalde Ríos, consideró que ya resulta difícil prever una reactivación para esta industria que en Querétaro aporta el 10% de la totalidad del empleo formal, esto es, 57 mil 11 plazas al mes de julio pasado y con esfuerzos extraordinarios para conservar la mano de obra.
Hoy los constructores, dijo, presentan una escasez de trabajo importante debido a que no más de 360 millones de pesos de recursos federales han llegado al estado, mientras que en el caso de la obra privada la incertidumbre ha paralizado la ejecución de proyectos.
“De la infraestructura para el año que entra en relación a 2019 hay menos del 6%”, señaló el dirigente al lamentar la falta de condiciones para reactivar a esta industria
PRIMER SEMESTRE
Según el Centro de Estudios Económicos del sector de la Construcción (Ceesco), a la primera mitad del año se reporta una caída acumulada en el valor de la contratación de obra del 24.2%, ubicándose como la octava entidad con la mayor caída en el país en el valor de la producción.
Con este desempeño Querétaro suma de enero a junio del presente año un valor de producción por 7 mil 284 millones de pesos, una participación al valor nacional del 2.9%.
Detalla que en el periodo en referencia hay una caída en el valor de obra pública contratada del 60.5%, mientras que la participación principal en esta industria con el 89.6% correspondió a obra privada.
Del monto total referido en la producción local poco más de 4 mil millones de pesos se dieron en el segmento de la edificación, una participación del 3.5% , mil 805 millones en transporte y urbanización, seguido de electricidad y telecomunicaciones con 306 millones de pesos así como agua, riego y saneamiento con 158 millones 553 mil pesos.
Cabe citar que este estudio al primer semestre de 2019, expone que 18 de las 32 entidades federativas, entre ellas Querétaro se encuentran en números rojos en la actividad productiva de las empresas constructoras.
REMIENDOS
El presidente de la CMIC recalcó la preocupación por la caída de la industria de la construcción en este año que se refleja en niveles de uso de la capacidad instalada menores al 50%.
Resultado de esta condición, las constructoras están dedicadas a hacer remiendos y obras de mantenimiento en sus propias oficinas y otros más enfocados a la capacitación.
Pese a estas dificultades, reconoció que ha habido una mejora en la capacidad de trabajo del sector apoyada por la obra pública estatal al pasar del 30% en el primer cuatrimestre del año a 50% de la capacidad ocupada existente hoy en día.
Lo anterior, dijo, es resultado del apoyo exclusivo del gobierno estatal en la gestión de recursos para la ejecución de obra que finalmente es el factor que ha favorecido el trabajo en la industria, contrario a la obra privada frenada y en el caso del gobierno federal sin el aterrizaje del dinero.